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ERE en Banco Santander – Los negociadores más duros del mundo no trabajan en Wall Street

Todo parece apuntar, a que el próximo viernes se cerrará un acuerdo entre el Banco y los sindicatos CC·OO, F·I·T·C, U·G·T y S·T·S que legitime el inaceptable ERE planteado por una Empresa que nuevamente ha dado 1.633 millones de beneficios en el 1T/2016. Un ERE que incluirá un altísimo número de despidos forzosos en el Centro Corporativo de Boadilla.

El pasado martes 26 de abril se celebró la cuarta reunión de la “mesa negociadora” del proceso de despido colectivo abierto por la Empresa. Una reunión en la que el Banco aceleró definitivamente el proceso, poniendo encima de la mesa todas las cartas que tenía desde un principio guardadas en la manga. Unas cartas que ha ido sacando poco a poco, para hacer creer al personal y a los negociadores, que los supuestos avances habidos desde el inicio del proceso han sido fruto de su pericia negociadora.

No cabe duda que las últimas condiciones ofertadas por el Banco son sustancialmente mejores que las planteadas, a la baja de modo intencionado, inicialmente. Pero a nuestro modo de ver siguen siendo insuficientes y con evidente recorrido de mejora.

Desde C·G·T creemos que el Banco tiene capacidad, que no voluntad, para reducir el supuesto exceso de plantilla, tasado según sus cálculos, que por otro lado, ni conocemos como han llegado a ellos, ni compartimos mientras se sigan prolongando las jornadas de trabajo, en 1007 personas de Santander España y 380 del Centro Corporativo, por la vía exclusiva de la prejubilación.

No podemos asumir que, tras volver a dar 1.633 millones de beneficio en el 1T/2016, el Banco pretenda despedir El paro mataforzosamente hasta 380 trabajadores y trabajadoras del Centro Corporativo con edades de hasta 54 años, cosa que de llevarse a cabo finalmente, los dejaría en una situación laboral de difícil reversión.

Por ello, exigimos fórmulas para este colectivo alternativas al despido forzoso. Es discriminatorio que el Banco se haya comprometido a no utilizar este recurso en Santander España y no lo haga en el Centro Corporativo, por mucha singularidad que el personal afectado tenga.

Igualmente no podemos asumir la movilidad geográfica pretendida por la Empresa, lamentablemente ya aceptada por los inminentes firmantes de este ERE, sin la publicación previa de las vacantes. Movilidades forzosas que pueden llegar hasta 100 Km. por cierres de oficina, tanto del personal de la cerrada, como del de la receptora, con cambio de Islas incluido para el caso de Baleares y Canarias. Igualmente se legitiman traslados forzosos al margen de los citados cierres entre territoriales, con el consiguiente cambio de residencia que ello lleva implícito, así como traslados desde Canarias a la Península.

Mención especial merece este último caso. Dada su localización ultraperiférica se hace necesario acometer el supuesto excedente, por la vía exclusiva de la prejubilación, rebajando para ello la edad prevista hasta conseguir los objetivos deseados.

Esta movilidad geográfica ha quedado en un, calculado por los actores, discreto segundo plano. No obstante, utilizada selectivamente por la Empresa, como con seguridad hará, puede ser una herramienta decisiva para camuflar despidos forzosos, como bajas voluntarias.

Por todo ello, exigimos a estos “duros negociadores” una reflexión sobre las consecuencias de su firma, toda vez que sabemos que a ellos no les afectarán.

Enlace permanente a este artículo: https://fesibac.org/2016/04/28/ere-banco-santander-los-negociadores-mas-duros-del-mundo-no-trabajan-wall-street/