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8 de Marzo: ¿Hasta cuándo lo tendremos que reivindicar?

Este 8 de Marzo nos gustaría no haberlo celebrado. Eso hubiera significado que la equidad habría dejado de ser una utopía y se habría convertido en una realidad para todas. Pero desgraciadamente NO es así.

Y es que la violencia, el cuidado de los niños y niñas, de los mayores, la crisis y la discriminación no afectan por igual a hombres y mujeres. Se pueden ver lentos avances pero cuando nuestros adolescentes, en un reciente estudio desvelan que el control y los celos son signos de amor, vemos que esos avances no son lentos, sino casi insignificantes.


En cuanto a BBVA se refiere, no cabe duda de que el concepto de mujer es mucho más acorde a lo que la sociedad demanda (cada año mayor paridad en los niveles I a V, protocolos de acoso, etc.), aunque aún nos queda un largo trayecto por recorrer:

  • Por un lado, la conciliación sigue siendo a cargo principalmente de las mujeres, hecho que queda patente en los incontestables números facilitados por nuestra empresa en cuanto a número de excedencias y reducciones de jornada (97,4% y 97%, respectivamente).

Las reducciones de jornada continúan como uno de los más importantes caballos de batalla que tenemos. En determinados puestos, véase, dirección de oficina o en el departamento de BBVA CONTIGO, dificultan el ejercicio del derecho a reducir la jornada “por ser incompatible con el desempeño de su puesto de trabajo”. De esta forma, gente de gran valía profesional y con gran potencial se ve relegada a puestos de menor responsabilidad por haber querido y solicitado conciliar su vida personal y familiar (que tanto se vanagloria BBVA en facilitar).

No contentos con que la mala política de acercamiento al domicilio familiar provoque que 97 de cada 100 reducciones de jornada sean femeninas, con la consiguiente –y superior a la reducción de jornada, reducción salarial- conocemos casos (anónimos por el miedo imperante en BBVA) en que “se invita a dejarse ver por las tardes en comités o eventos” a madres con reducción de jornada con hijos a su cargo, para que no se las meta en Seguimiento o Engagement. Determinadas/os “Responsables” (sí, mujeres también) deben creerse que las reducciones de jornada se solicitan por capricho (madres que trabajan en la otra punta de una ciudad grande o en la otra punta de su Comunidad Autónoma), cuando muchas de ellas podrían ser evitadas con una política de acercamiento a los domicilios prioritaria en estos casos.

  • Y en la misma línea se ve cómo carreras profesionales se frenan por la maternidad -que no la paternidad- por ese rol que seguimos desempeñando las mujeres en la sociedad. Nos vemos obligadas, en mayor o menor medida, a solicitar tanto las reducciones de jornada como las excedencias para poder atender a nuestros hijos, ya que el excesivo presentismo y reunionitis hacen que la conciliación de la vida familiar y profesional sea una quimera para la mayoría de nosotras.
  • No ayuda en nada la presión comercial absolutamente asfixiante que padecemos la plantilla en la Red, bajo esa nueva figura que han sacado, cual mago de su chistera llamado Pool de Bajo desempeño o también conocido como Engagement: Se está incluyendo en este colectivo a mujeres recién llegadas de su baja de maternidad y/o excedencia con el argumento de haber vendido poco en los últimos meses (¿estamos locos o qué?). No se modifican a la baja objetivos presupuestarios a quienes se reducen la jornada, tan sólo valoran su trabajo por el tiempo efectivo realizado. ¿Qué ocurre? Que día a día se atosiga a quien no vende un seguro o fondo sin tener en cuenta que trabaja menos tiempo.

Por si fuera poco, desde el año pasado, el miedo al despido, el miedo a estar señalada/o, el miedo a encontrarte en un grupo del que, gota a gota, uno/a a uno/a, van saliendo por la puerta de esta empresa, por no vender, por su baja productividad, por no aceptar un puesto de jornada partida dando importancia a su vida personal, por una aptitud o actitud, que te pueden llevar a la calle y que curiosamente está afectando más a las mujeres que a los hombres de esta empresa.

En CGT no queremos medidas de cara a la galería. No queremos que BBVA dé una imagen de ser una empresa implicada en la equidad y en su día a día mantenga prolongaciones de jornada, pierda grandes profesionales relegadas/os a puestos menores por acogerse a las medidas que la propia empresa publicita y ofrece activamente y mantenga una política disciplinaria contraria a toda ética. Queremos medidas reales, eficaces y necesarias para que esa Conciliación que tanto reclamamos y que BBVA tanto presume –sin motivo- de aplicar, sea, de una vez por todas, una realidad.

Esperamos no pecar de pesimistas y decir que el año que viene de nuevo tendremos que celebrar el día de la mujer… Ojalá la equidad esté a sólo un año de distancia.

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