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Siguen los ajustes en banca: solo BBVA despedirá casi 1.000 personas más este año

BBVA enseña el camino al resto de la banca: mientras los ingresos sigan sin crecer, hay que seguir recortando costes.

La entidad reducirá en torno a 1.000 empleos en este ejercicio.

Con unos tipos que no van a subir hasta bien entrado 2018 como mínimo, y con un crédito que tampoco va a crecer este año, la banca no tiene más remedio que seguir mejorando la eficiencia, eufemismo que significa continuar con los despidos. BBVA se ha puesto a la cabeza en este proceso: ha prescindido de 658 empleados en el primer trimestre con el cierre de 130 oficinas, y prevé cerrar el mismo número de sucursales en lo que queda de año. Es decir, el número de salidas se situará fácilmente en torno a las 1.000 en 2017. El conjunto de los bancos de la AEB redujeron su plantilla en 1.415 personas el año pasado.

Las cifras de BBVA son un poco confusas, ya que su consejero delegado, Carlos Torres, dijo ayer en una ‘conference call’ para presentar los resultados del primer trimestre que había que calcular una salida por oficina cerrada: es decir, unos 130 empleados más. Sin embargo, el informe trimestral del banco eleva esta cifra hasta los citados 658; si aplicáramos la misma proporción para el cierre de las 130 oficinas pendientes, el total de despidos o prejubilaciones se iría hasta 1.316 este año. Torres no especificó si habrá más salidas de servicios centrales. Actualmente, BBVA tiene 30.793 trabajadores en nuestro país.

Estos números son muy relevantes puesto que, según la AEB, el conjunto de los bancos (sin incluir las antiguas cajas) solo despidió a 1.415 trabajadores en 2016. Ahora bien, el propio BBVA reconoce que en los últimos 12 meses (desde marzo de 2016), ha echado a 2.378 personas, en su mayor parte en el ERE de la antigua Catalunya Caixa del año pasado. El cierre de sucursales en ese período ha sido de 623.

Es decir, BBVA es el banco que más ha reducido su plantilla en los últimos meses y, además, pretende seguir reduciéndola, aunque Torres descarta que el segundo banco de España vaya a aplicar un ERE. De hecho, el propio Torres hizo saltar las alarmas en el mercado hace un año cuando dijo que a largo plazo contemplaba el cierre de 2.800 oficinas en España para dejarlas en unas 1.000 -desde entonces su número ha bajado a 3.174- debido a la transformación digital que obsesiona a su presidente, Francisco González.

Cambio digital y tipos cero

Pero si BBVA es el primero, los demás no se quedarán a la zaga y también seguirán reduciendo capacidad instalada por culpa de una tendencia estructural -la citada revolución digital, que hace que los clientes cada vez pisen menos una oficina- y otra coyuntural: los tipos cero y el nulo crecimiento del crédito en España, que hunden los márgenes del sector. A este respecto, los dos grandes bancos españoles no ven una mejora en el horizonte a corto plazo.

Respecto a la política monetaria del BCE, creen que se irá normalizando de forma muy gradual: «El BCE va a seguir un procedimiento muy similar al de la Reserva Federal, primero reduciendo las medidas extraordinarias antes de subir tipos», según José Antonio Álvarez, consejero delegado del Banco Santander. El mercado no espera que comiencen las alzas hasta finales del próximo año y, en todo caso, casi nadie cree que los tipos de interés vayan a alcanzar los niveles anteriores a la crisis.

El crédito seguirá sin crecer este año

En cuanto al crédito, tanto Álvarez como Torres creen que este año puede detenerse el descenso constante que acumula desde el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, pero como mucho terminará plano, es decir, tampoco crecerá. ¿Cómo se explica que no aumente la financiación con una economía que crece casi al 3%? Pues porque España todavía se está desapalancando (reduciendo deuda) desde los altísimos niveles alcanzados antes de la crisis. Mientras no termine ese proceso, no crecerá el crédito en términos netos, aunque la nueva producción de hipotecas y préstamos al consumo ya está aumentando con mucha fuerza.

Finalmente, otra vía para conseguir mejoras de eficiencia es, claro está, las fusiones. Ahí, los dos grandes vuelven a discrepar, lo que puede traslucir su diferente actitud hacia este proceso: mientras Santander considera que no hay una necesidad perentoria de nuevas fusiones en España, BBVA cree que sí hay espacio para ganar eficiencia con operaciones corporativas. «Hay unas entidades de las que se habla que sí están inmersas en procesos de consolidación, especialmente aquellas en las que ya ha habido búsqueda de compradores, y puede quedar alguna más», según Torres, que añadió: «Dios dirá».

El Confidencial

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