No sabemos si Bob Dylan ha cogido ya el teléfono a la Academia sueca pero desde CGT nos hemos propuesto que el Nobel de Literatura no quede vacante, por ello queremos proponer las maravillosas perlas de realismo mágico y surrealismo a modo de circulares con que nos deleitan CCOO, ACCAM y CSICA para justificar que 100 tardes son menos que 25 o que que ¡ partir la jornada ayuda a la conciliación ! Berlanga, Cortázar o Buñuel lo hicieron antes y con mucha más gracia pero hay que reconocerles el mérito, tienen un papelón tremendo que representar, pero no nos dejemos engañar: ¡ una mentira repetida muchas veces como una verdad sigue siendo una mentira !
Por otro lado nos gustaría reclamar un merecido Nobel de Economía para la nueva estrategia comercial en Bankia: el bloqueo masivo de cuentas de clientes. Apenas se habían recuperado del “susto” de la titularidad real cuando les ha caído encima en el último mes el bloqueo por la falta de justificante de actividad, la unificación de clientes, documentos identificativos y, ahora, el CRS. No ponemos en duda la necesidad de dichos documentos, ponemos en duda la necesidad de estar molestando a los clientes semana sí, semana también, con solicitudes y amenazas de bloqueo, ¿ es mucho pedir un poco de sentido común y criterio a la hora de programar estas campañas masivas de solicitudes de datos a clientes?
El último y más desastroso caso es el de la solicitud del ya citado CRS, de un día para otro cientos de cuentas bloqueadas, operaciones sin posibilidad de tramitar, multitud de incidencias no contempladas que impiden el desbloqueo pese a tener toda la documentación, un desastre de proporciones épicas que redunda en la desesperación de los compañeros y el hartazgo de los clientes.
No tenemos muy claro como ayuda todo esto a la consecución de los objetivos por parte de los compañeros.
No parece tampoco que los que toman estas decisiones tengan que lidiar con las consecuencias de sus errores, por eso los reiteran sin remisión,
Aunque, tranquilos, que ya sabemos quién tiene la culpa:
¡La hormiga!
