En pleno periodo vacacional se han producido varios cientos de traslados de compañeros. La excusa es que nuestros estimados directivos han pensado (¿) que tras dos años de funcionamiento el modelo de oficinas plus no era el adecuado y por tanto le han querido dar una vuelta de tuerca. Y no se les ha ocurrido mejores fechas para ello que en el inicio del verano y, este año, coincidiendo con los exámenes del Mifid II que se van a realizar durante este mes.
Si los compañeros tenían poco estrés, pues ahora les damos tres tazas más: volver a gestionar sus vacaciones en la nueva oficina, descentrarse con los estudios del curso del Mifid (aunque según la empresa está “chupado”) y empezar a gestionar en pleno verano (con los clientes de vacaciones) una cartera totalmente nueva.
Lo dicho: no sólo es un problema de vacaciones. Es un problema de mala gestión. Porque ¿tanta prisa había para hacer ese cambio de modelo?, ¿no podían haber esperado a después del verano, o mejor haber acabado el ejercicio?, ¿o es que alguien que esté lúcido piensa que en estos seis meses y con la fusión con BMN en trámite estos cambios con todos los problemas que conllevan van a suponer una gran mejora operativa y de gestión para Bankia? Nosotros desde luego que no.
De momento, lo que está suponiendo es grandes trastornos para gran parte de la plantilla con posibles cambios en sus vacaciones ya previstas, con la dificultad que han tenido (y en algunos casos siguen teniendo) para reconectar sus tabletas en las nuevas oficinas (es increíble la ineptitud de los responsables de esta cuestión), y con los cambios que por arte de “birlibirloque” se han producido en todas las carteras. Porque una cosa es cambiar el modelo de oficina y otra muy distinta es cambiar “con nocturnidad y alevosía” la composición de muchas de las carteras a los gestores. ¿A qué jugamos?
¿Nuestros directivos entienden lo que es y cómo se gestiona una cartera de clientes? ¿Entienden que una buena gestión de los clientes en una cartera implica una continuidad tanto del cliente como del gestor que es lo que hace que te lleve a ganarte su confianza y que gracias a esa confianza el cliente tenga todos o casi todos sus productos financieros en Bankia? Y esta última pregunta también nos lleva a la siguiente: ¿entienden que una cartera bien gestionada lleva a que muchos clientes, cuando al gestor le cambian de oficina, decidan que prefieren continuar con ese gestor, vaya donde vaya, en lugar de continuar en la misma oficina ya que lo que más valoran es la confianza y la profesionalidad en la gestión muy por encima de la proximidad?
Es muy triste decirlo, pero visto lo visto, lo dudamos.
Salud.
Y como corolario, y sin mucho ánimo de entrar en polémica, comentar que CGT no juega nunca, y menos a todo o nada. Baste recordar que la oferta de la empresa para las compensaciones por el Mifid II era “prácticamente nada”; con lo cual, ni antes, ni en el juicio (al que recordamos se adhirieron todos los sindicatos) no hubo posibilidad real de negociación con Bankia.
Y desde luego, lo que no va a hacer CGT es firmar “cualquier cosa”, eso se lo dejamos a los “compañeros” que están muy acostumbrados y ya tienen mucha práctica (desde principios de los años 80 en que los crearon los directivos de las Cajas de Ahorros con el nombre de APECA) en dádivas a la empresa.