BANKIA lo ha vuelto a hacer. Con el cierre de las 47 oficinas anunciado para el próximo 3 de noviembre, Bankia ha vuelto a demostrar su insensibilidad ante el sentir de los integrantes de la plantilla.
Sin entrar en si las cuentas de Bankia no resistirían el haber mantenido abiertas estas oficinas unos meses más e incluir estos cierres en la más que segura reestructuración de oficinas y personal a las que nos aboca la absorción de BMN, desde este sindicato no podemos manifestar más que nuestro más absoluto rechazo ante los modos utilizados por Bankia en la gestión de estos cierres.
Nos parece de todo modo inadmisible que compañeros afectados por estos cierres, tengan que soportar la incertidumbre que produce no conocer su destino hasta la semana antes de incorporarse a su nuevo destino, sin saber si mantendrán su función, si se mantendrán en la red comercial o si su nuevo destino será provisional hasta que a primeros del próximo año se reajuste de nuevo la red de oficinas.
No entendemos como hay compañeros que recibieron como premio a sus esfuerzos la recompensa de ser nombrados directores de oficinas que iban a ser cerradas antes de poder consolidar sus funciones; ni como a los compañeros que fueron trasladados hace tres meses por los cambios en las oficinas de asesoramiento, anteriores cierres, etc, se les va a volver a trasladar de nuevo y de la misma manera: ¿sin darles opciones? Y además, y ya para rizar el rizo de la sinrazón, a los afectados se les exige un sobresfuerzo para mantener la productividad de sus oficinas hasta el último día, y sacando horas de su tiempo de descanso, todo el que se necesite para el trabajo de desmantelamiento de la oficina (por las tardes, of course). Todo ello aderezado con la clara muestra de desconfianza en la plantilla, que demuestran al justificar el no adelantar a estos compañeros su nuevo destino para evitar que relajen su pulso comercial.
Nos parece inconcebible que ninguno de los técnicos de recursos humanos asignados a las plantillas afectadas haya mostrado, hasta el momento, ningún interés en conocer las circunstancias personales de los compañeros afectados, para intentar acercar los intereses de la empresa a las necesidades de las personas. ¿Es tan difícil? ¿O es que sencillamente Bankia no está por la labor de realizar una gestión de recursos humanos negociada y consensuada con los afectados? Esperemos que recapaciten y en este mes largo que queda hasta los cierres hablen con los compañeros y les den opciones factibles para que ganen todos: ellos y la empresa.
Si no es así, sin duda darán un muevo paso hacia la destrucción del sentimiento de formar parte de un proyecto seguramente consolidado en lo económico, pero cada vez más lejano en lo humano de una plantilla puede que algo resignada (¡qué triste para una empresa que quiere ser el mejor banco del país!), pero también cada vez más harta de los desmanes de la dirección de Bankia.
Salud.