En este ERE de bajo perfil (o eso nos quieren hacer creer tanto la empresa como los sindicatos firmantes: CCOO, ACCAM, UGT, SATE, SESFI, UOB y ACB) que lleva “ejecutado(s)” a 1756 compañeros de los 2000 “firmados”, parece que todo “va bien”.
O al menos es lo que nos dicen algunas de las circulares de los “siempre firmantes”, como la última de UGT: “se han asignado 1756 salidas (todas con voluntariedad). Quedan 240 plazas pendientes de ejecución de ellas aún unas 200 pendientes de asignación”.
Impresionante el lenguaje utilizado compañeros, parece que estéis hablando de una oposición, pero en lugar de para trabajar (que es lo habitual), para ir al paro: asignado, salidas, plazas pendientes, asignación. Que corrección política. Pues nada que suerte han tenido los compañeros, sobre todo esos cientos que no se han ido prejubilados, sino con un despido puro y duro y con una edad (varios cientos menores de 50 años) en la que estamos seguros que la mayoría de ellos se han ido de manera voluntaria. Sobre todo si lo dice la UGT.
Y mientras tanto, muchos de los que si se quieren ir voluntarios de verdad, siguen esperando a ver si suena la flauta. Algunos todavía tendrán suerte, ya que parece ser que efectivamente Bankia va a ejercer la voluntariedad de despedir a unos 200 que dependían totalmente de su criterio. Y seguramente, el ERE se cerrará este año, en lugar del año y medio previsto.
El “cómo”, ya es otra cuestión; ya que donde realmente sobran “voluntarios” es en los territorios Bankia (Madrid, Valencia, Albacete, Canarias….) y precisamente en esos territorios hay “déficit” de plantilla crónico. Con lo cual las soluciones son claras: o bien seguir aumentando el déficit de plantilla y apretar más a los compañeros que queden, o bien, cerrar más oficinas y repartir el negocio entre el resto y apretar más a los compañeros que queden. O sea, que eso es lo que nos espera: más presión.
Gracias compañeros por firmarnos un ERE tan guay.
Salud.