Ayer tuvo lugar un SIMA (procedimiento de mediación) interpuesto por CGT por incumplimiento por parte de Bankia de los Acuerdos sobre los Centros Transaccionales (Oficinas Ágiles).
El objetivo de este SIMA, no es otro que intentar volver al origen del Acuerdo que firmamos en el año 2013 sobre este tipo de oficinas: la transaccionalidad.
Porque lo que en un principio se “nos vendió” a los sindicatos (y a los trabajadores) sobre estas oficinas “singulares”: “los centros transaccionales serían oficinas que se dedicarían a atender a los clientes de bajo valor de las oficinas de su perímetro y al resto de clientes para darles servicios de caja, pago de recibos, etc, y liberar a las oficinas comerciales de esas tareas para que pudieran aumentar su eficacia comercial”, ha devenido con el paso del tiempo en que estas oficinas han “degenerado” en oficinas comerciales casi puras y duras, con objetivos de venta muy similares o incluso superiores a muchas de las oficinas comerciales a las que teóricamente dan servicio, pero eso sí, con un horario continuo de mañana y tarde.
Y no es que en CGT queramos que los compañeros de oficinas ágiles sólo hagan servicio de caja y poco más. Al contrario, sabemos que estamos en una empresa que cuyo negocio es la venta de productos financieros y, por tanto, queremos que vendan todo lo que puedan, pero con una pequeña diferencia sobre el resto que oficinas comerciales: que lo hagan como venta reactiva (a solicitud del cliente) o bien como venta proactiva, pero sin ningún tipo de objetivo de venta de productos. Porque, entonces ni son ágiles ni son transaccionales.
De momento hemos llegado al Acuerdo de reunirnos CGT y el resto de sindicatos con la empresa el día 4 de octubre para “abordar la problemática concreta de las oficinas ágiles”, pero desde luego, tenemos muy claro nuestro objetivo: o son ágiles y transaccionales de verdad, sin objetivos de ventas, o si no lo son, o Bankia no pretende que lo sean, entonces ¿qué sentido tendría mantener ese “horario singular”?
Salud.
