Terminábamos el último comunicado, indicando que la patronal bancaria AEB había olido la debilidad, el nerviosismo y la ansiedad del tripartito, formado por CCOO, UGT y FINE, por firmar el convenio colectivo de manera urgente.
Ayer, 25 de junio, tras la celebración de la decimoquinta reunión de la mesa de negociación, esa debilidad, nerviosismo y ansiedad se ha hecho más patente todavía, haciendo que la patronal bancaria fortalezca sus posiciones, permitiéndose la licencia de plantearnos el ultimátum de, o esto o nada.
Y claro, ante la ansiedad de los unos y el ultimátum de los otros vamos, si no conseguimos remediarlo, abocados a la firma de un convenio, que en materia salarial, no se ajusta ni a las necesidades, ni a los méritos, ni a las expectativas de las plantillas del sector bancario.
Es evidente que la AEB y el tripartito quieren firmar el convenio antes de que los bancos, a finales de julio, publiquen los resultados del segundo trimestre del año. A unos, porque llegar a esa fecha con el convenio vivo les dificultaría la firma de una subida tan insuficiente como la que plantean, y a los otros, porque cuando las plantillas vean nuevamente otros beneficios de récord, van a sentir que se les toma el pelo con la insuficiente subida pactada.
Debemos recordar que el vencido XXIV Convenio Colectivo tiene 80 artículos de los cuales solo se van a negociar dos: vigencia del convenio y salario base nivel. Es decir, la parte social ha renunciado a tratar de mejorar capítulos como tiempo de trabajo, conciliación, participación en beneficios, previsión social, clima laboral, entre otros, a cambio de conseguir una subida contundente que mitigase la brutal pérdida de poder adquisitivo acumulada en el periodo 2019-2023. Se ha renunciado a mejorar derechos a cambio incrementar salarios y con lo que está encima de la mesa, se va a dar la paradoja de que, ni una cosa, ni la otra. En resumen, como siempre ganará la banca.
Por ello, desde CGT planteamos al resto de la representación sindical y en especial al tripartito, esperar a que se publiquen los resultados del segundo trimestre del año para tomar impulso en la negociación, no aceptando el ultimátum planteado por la patronal, que sin lugar a dudas surge de la lectura que hace de la ansiedad sindical por firmar y le planteemos un órdago con nuevas movilizaciones tras el verano, que le hagan replantearse sus actuales posiciones.
Somos las plantillas quienes tenemos la capacidad de dar ultimátum a los bancos y no ellos a nosotros. Sin nuestro trabajo, dedicación y esfuerzo, los beneficios de éstos no serían ni por asomo los que son. Los partidos se ganan jugándolos y disputándolos. Como se dice habitualmente, salir a empatar es garantía de perder.
Ultima propuesta patronal
|
La próxima reunión ha quedado fijada para el martes 10 de julio.