Cita el dicho que tras la tormenta llega la calma y parece que tras el Responde llega el Recupera, sin embargo, es difícil de creer que la tormenta amaina cuando todavía podemos sentir la lluvia sobre nuestros puestos de trabajo.
El Responde se va sin contestar a algunas cuestiones fundamentales en torno a los derechos laborales y plantea aún más interrogantes para el futuro:
- El personal laboral ha sido responsable con las tareas asignadas, ha cumplido con los nuevos objetivos propuestos, tanto que se alcanzaron las cifras previstas por la dirección antes de lo previsto, dejó de lado sus funciones habituales y se adaptó a las circunstancias. Ahora que llega la “nueva normalidad”, ¿se tendrá en cuenta este paréntesis, este tiempo de máxima responsabilidad?
¿Se adaptarán los objetivos por proyecto de las personas trabajadoras, se entenderán las circunstancias o nos encontraremos de nuevo con expedientes disciplinarios por no cumplir esos objetivos?
- Ante las compañeras y compañeros que estuvieron de forma presencial, atendiendo a la urgencia humanitaria, poniendo en riesgo su salud y la de las personas con las que conviven, ¿se tendrá en cuenta que durante ese tiempo fueron flexibles, modificando su jornada, cambiando turnos y acudiendo a otros espacios de trabajo, demostrando así una mayor adaptabilidad que la que suele disponer la dirección de la empresa, a quien habitualmente le cuesta adaptarse a las necesidades y peticiones de las trabajadoras y trabajadores?
¿se las reconocerá más allá de enviarles un vídeo institucional?
- Y en cuanto a las personas que debido al confinamiento se vieron en la situación de trasladar su puesto de trabajo al centro de sus hogares, esas personas que también cambiaron sus procederes habituales y ajustándose a la situación abrieron el portátil en la mesa de su comedor, poniendo los medios y asumiendo los costes,
¿será la empresa igual de comprensiva ante sus situaciones?
¿o seguirá planteando el teletrabajo como premio para quienes sacan un 4 de media (sobre 5) en las valoraciones de desempeño?
¿abonará Cruz Roja alguno de estos gastos, o seguirá ahorrándoselos como ha venido haciendo durante estos meses?
- O una cuestión aún más relevante por lo que esto implica. Si la Respuesta que se ha dado ha sido principalmente social, debido a la situación derivada de personas que han sido despedidas, o se han visto incluidas en un ERTE, o han tenido que cerrar su pequeño negocio, ¿cómo puede Cruz Roja Española, en esta situación de crisis, despedir, expedientar y finalizar contratos, dejando a estas personas expuestas a la misma situación que dice Cruz Roja estar atendiendo?
¿Cómo puede ser, que siendo un auxiliar de los poderes públicos, Cruz Roja Española haya dejado en situación de vulnerabilidad a alrededor de 80 personas tan solo en la Comunidad de Madrid?
¿Es esto coherente, es esto responsable, este es el llamado “carácter humanitario”?
¿Puede Cruz Roja permitirse expedientar a trabajadoras por exponer su preocupación ante los posibles riesgos de salud en el entorno laboral? (invitamos a las direcciones y presidencias a dedicarle un tiempo a la lectura de dicho expediente así como su conclusión y valoren si va en consonancia con los principios de nuestra entidad).
- Por último, si la campaña Responde de Cruz Roja Española, en colaboración con Atresmedia, ha recibido más de 10 millones de euros (a fecha de mayo), con donaciones tales como 3 millones de Jhonson&Jhonson, 600 mil euros de BBVA, 100 mil de Bankia y otros 100 mil de Deutsche Bank, 320 mil de El Corte Inglés, 180 mil de Repsol, o 500 mil de la multinacional de productos de limpieza P&G, entre muchas otras ¿es de recibo que la dirección de la Cruz Roja Comunidad de Madrid augure un difícil cierre de año, poniendo en cuestión la viabilidad económica de la empresa y por lo tanto, la estabilidad laboral de la plantilla?
Son muchas las cuestiones y acudiendo de nuevo a los dichos castellanos, esperemos que Cruz Roja no de la callada por respuesta.
Puede que la coherencia no sea uno de sus siete principios, pero predicar con el ejemplo siempre es un buen comienzo.
Solo podremos recuperarnos si ponemos los derechos en el centro.