En casi toda España, a pesar de que las lluvias se resisten, ya hemos sufrido la primera helada de la temporada y para aquellos que todavía tienen algún vínculo con el mundo rural seguro no les es desconocido que en esta época se procedía a sacrificar al cerdo criado durante todo el año para elaborar ricas viandas obtenidas a partir de sus restos. En la mayoría de estos sitios a este ritual se le denominaba “la matanza”.
Salvando las distancias y obviamente sin entrar en el sentido macabro de la palabra, la reunión celebrada ayer y que ya anticipa lo que seguramente sea el acuerdo de hoy, fue la preparación del cerdo para hoy darle ya el tajo y empezar la gran fiesta con la elaboración de chorizos, morcillas y demás despieces.
Desde luego, no vamos a negar del buen sabor de estos productos que elaborados con esmero y amor, tan ricos están en boca. En CGT sabiendo que la fiesta ya la habían preparado hace tiempo, hemos intentado aportar nuestro granito de pimienta con el fin de darle un regusto picantón aunque siempre hemos abogado por la posibilidad de mantener con vida al cerdo y cruzarlo, para con los años, tener lechones con los que poder obtener mayores réditos. Los matarifes no nos han dejado. Tenían claro cuál era su cometido.
En estos días de negociación, CGT ha peleado con insistencia por la posibilidad de retirada del ERE. Aun sabiendo que con este acuerdo muchos compañeros y compañeras abandonarán con gusto esta empresa, entendíamos que actualmente, a pesar de lo que sostengan, no sobramos nadie de ningún sitio. Ni siquiera en donde afirman que se producen solapamientos. Volveremos sin duda al escenario que hemos sufrido tras el anterior ERE en Popular, al déficit de personal ahora en los Servicios Centrales con la sobrecarga y estrés para los que queden.
El discurso de la empresa ha sido desde el principio asimilado por quienes firmarán el acuerdo del presente ERE asumiendo argumento, maneras y terminología como si hubiesen sufrido una fortuita abducción y apenas han discutido los pocos veraces motivos que esgrimían para justificar sacar a tanta gente del mercado laboral.
Aunque ya se encargan cada uno de ellos de autofelicitarse y colgarse medallas por el acuerdo conseguido, nosotros no queremos ser menos y queremos también felicitarles por su logro. Desde luego, ya han marcado el camino del que será el próximo ERE, donde las extinciones que a priori se barajan superan en mucho las “negociadas” en este que hoy nos ocupa. Básicamente, lo mismo que ha ocurrido ahora…solamente han seguido por la senda que ya abrieron en Banco Santander en el ERE de 2016 y que según parece, será el modelo para seguir perdiendo puestos de trabajo en Banco Santander por los siglos de los siglos.
Como siempre en las fiestas, algunos disfrutarán de las viandas, otros tendrán que tomar antiácidos el día siguiente y algunos otros verán “los toros desde la barrera”.
En CGT somos menos de fiestas y más de mantener modelos dignos de vida, modelos dignos de trabajo y modelos dignos de sociedad. No obstante, si organizamos alguna fiesta, invitamos a todos al festín.
Salud
