“Caixabank ha registrado un beneficio neto de 2.951 millones de euros en el primer semestre de 2025, lo que representa un aumento del 10,3% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, impulsado por un crecimiento del 7,5% en los recursos de clientes y un aumento del 26,8% en la producción de crédito, que incluye un alza del 46,2% en nuevas hipotecas. La entidad también ha mejorado su indicador de morosidad, que bajó hasta el 2,3%”. Caixabank dixit
Este cuatrimestre un número muy significativo de oficinas no han llegado a cumplir objetivos, sin embargo, la entidad ha presentado unos datos históricos, destapando esa dicotomía entre la locura que se vive en el día a día en oficinas y la realidad.
Parece que cada escalafón en la pirámide juega a lograr sus propios intereses independientemente que estos formen parte de los objetivos globales de la entidad. De ahí que el baile de fidelidades sea cada vez más pegados.
Sabedores de que la duración de los nombramientos cada vez es más efímera, el control se hace cada vez más férreo, la toma de decisiones cada vez más impaciente, el contexto más allá del dato se vuelve inexistente, o cumples o no cumples.
Si no cumples, no estás lo suficientemente comprometido. Punto.
El compromiso se mide única y exclusivamente por el dinero que haces ganar en comisiones e incentivos en un corto plazo cada vez más acuciante. Tu responsabilidad con la entidad es secundaria, esto va de llenarse los bolsillos antes de que den paso al siguiente.
Es más, algunos han estado jugando con los objetivos de las oficinas para beneficio propio perjudicando las posibilidades de cumplimiento de estas y, por tanto, jugando con el futuro profesional de miles de trabajadores. Se ha obligado a adelantar o retrasar contrataciones en contra de las necesidades de las oficinas, presionando a compañeros que no iban a cumplir objetivos en este cuatrimestre a adelantar contrataciones comprometidas que van a hacer que posiblemente tampoco puedan cumplir sus objetivos en el siguiente cuatrimestre.
Y no solo está la “falta de compromiso”, todos los meses recibimos notificaciones de expedientes disciplinarios que terminan en despidos por gente que se “comprometió” más con su superior jerárquico que con la entidad. Jamás un DAN ha sido uno de ellos.
Esto es conocido y permitido por la empresa, no nos engañemos, no va a cambiar. Siempre habrá un nuevo cargo que os pida un último esfuerzo. Y luego otro. Y luego otro, Y luego otro.
Por eso la sensación de estar siempre al borde del apocalipsis a nivel de oficinas pese a que año tras año se presente récord de beneficios. Afortunadamente muchos ya os estáis dando cuenta de unas cuantas cosas,
El mañana también llega para el que no alcanza los objetivos pero no siempre es así para el que incumple las normas para llegar a su cumplimiento.
Tu variable no compensa el esfuerzo por cumplir objetivos. Si no llegas a objetivos, también cobras a fin de mes.
Es más fácil salir de Retail vendiendo menos.
Esta situación de decadencia en la cultura empresarial es el resultado de la idealización del dinero como único foco de referencia moral y laboral, toda vulneración de derechos, todo trato inhumano, toda presión insostenible encuentra a alguien que lo justifique a cambio de dinero.
Nada queda ya de esa empresa con compromiso social más allá de los polos azules que se usan para hacer propaganda durante el mes social, ahora solo nos queda esperar a ver cual es la siguiente vuelta de tuerca que darán para apretar aun más a la plantilla y plasmarlo en un flamante acuerdo que quede muy bonito en circulares pero que luego esconda la realidad, “la miseria es prueba admirable y terrible, de la que los débiles salen infames, de la que los fuertes salen sublimes”
Ellos cada día más ricos gracias a nuestro trabajo, nosotros cada día más miserables.
Salud