Según se establece legalmente, una vez vencido el convenio de Banca (31.12.2014) y habiendo sido denunciado por las partes, debe constituirse una Mesa Sectorial para la negociación de un nuevo convenio que sustituya al anterior. No obstante, dicha Mesa se ha constituido sin haber certificado el Ministerio de Trabajo la representatividad sectorial acaecida tras las Elecciones Sindicales del pasado 11 de Febrero, comicios que han situado a CGT como tercer Sindicato con más delegados en el Sector. Según se nos informa, el Ministerio de Trabajo va a proceder en próximas fechas a la publicación oficial de los datos electorales que han sido debidamente registrados.
En relación con el número de delegados elegidos en esa fecha, CGT cuenta con más del 10% de los mismos, toda vez que CGT obtuvo un total de 274 delegados sobre un total cercano a los 2500, lo que daría derecho a nuestro sindicato a estar presente en la Mesa del Convenio, y a impugnar cualquier acuerdo del que se nos haya marginado. Sin embargo, se da la circunstancia de que habiéndose celebrado elecciones en casi todas las entidades, y en casi todas las circunscripciones, también hay delegados vigentes elegidos con anterioridad a esa fecha (ninguno de CGT), otros que ya no computan por haber sido absorbida la entidad, y otros sobre los que penden reclamaciones judiciales. Con todo, siendo cosa de décimas porcentuales, a medida que algunos delegados electos «caducan», puede modificarse el dato legal de representatividad, siempre en favor de CGT.
Dicho esto, lo realmente importante es la Negociación de nuestro Convenio. Y eso se encuentra totalmente estancado.
Por una parte, la AEB sigue los principios de CEOE y está a la expectativa de un posible Pacto con Gobierno y Sindicatos “institucionales”, similar a los nefastos AENC de épocas recientes, que fije un marco de incremento salarial. En CGT seguimos pensando que los postulados de los AENC constituyen un enorme error. Con el eufemismo de pretender el control de gastos e inflación, se acuerdan férreos topes para los salarios regulados por Convenio, mientras queda al margen una enorme masa salarial de la que se beneficia la clase directiva.
Buena prueba de ello, es que los dividendos en Banca han crecido el 7% de media anual durante la crisis (por más que se paguen en acciones, es dividendo), y las retribuciones globales de Consejos y Directivos se han incrementado considerablemente, mientras que a los trabajadores que perciben únicamente las retribuciones del Convenio ahora vencido nos ha congelado la retribución e inventaron una nueva Retribución Variable que no sólo no ha servido para recuperar poder adquisitivo, sino que es un precedente peligroso.
Y por otra, con la excusa de una hipotética “modernización” de las plantillas, la patronal pretende la creación de nuevos niveles profesionales, de rango inferior, en los que operaría una flexibilidad funcional sin apenas límite y una mayor movilidad. Es decir, un nuevo cuento con el que conseguir mayor productividad a menor coste, en menoscabo de los ya denostados derechos laborales.
Una vez más toman a los empleados de banca por tontos. De prosperar estas propuestas de la AEB, los actuales empleos estarían en grave peligro, toda vez que las nuevas contrataciones podrían efectuar esos mismos trabajos por menor salario.
Aunque todos reivindicamos la importancia de la Negociación Colectiva, no significa lo mismo para todos los sindicatos. La congelación salarial del anterior convenio que nos firmaron dijeron que era un sacrificio para no destruir empleo, sin embargo, el número de personas que hoy trabajamos en Banca es drásticamente menor.
En contraposición, la Banca española ha vuelto por segundo año consecutivo a obtener cifras de beneficios positivas. El ratio de eficiencia de la Banca española, también ha mejorado, siendo la productividad de los empleados bancarios españoles de las más elevadas de Europa. Cuando recientemente el Banco Sabadell anunciaba la compra del TSB británico, sacaba pecho porque su ratio de eficiencia es 12 puntos mejor que el del banco adquirido. Y es que la media de la banca española mejora en 10 puntos la media de la banca UE. Esta enorme distancia no es otra cosa que la desproporción de plantilla existente, para perjuicio del empleo y la vida laboral en España. Eso sí, los directivos y ejecutivos españoles, están “en línea” con la UE.
Para CGT, este es el reto de la negociación colectiva de banca en 2015. Se hace necesario acordar la redistribución de esos resultados en el texto del nuevo Convenio.
Y ello pasa por movilizar a los delegados sindicales elegidos en las recientes elecciones. Activarlos para trasladar a la Sociedad que la Banca atenta no sólo contra la ciudadanía en demasiadas ocasiones, sino también contra la propia plantilla.
La AEB actúa contra el empleo en el Sector, y actúa contra la Retribución Fija de un Convenio cuasi congelado en los últimos 4 años. La Negociación Colectiva debe servir para la redistribución de los beneficios y productividad generados con nuestro trabajo.
Las prácticas del “Convenio Trueque”, de intercambio de alguna mejora por la pérdida de importantes derechos, es un enorme error. Quitar a unos para dar migajas a otros, ha sido práctica habitual de quienes han vuelto a ser la mayoría sindical en estas elecciones, pero que, curiosamente, luego nos duelen sus prácticas.
Para que la Mesa de Negociación (la conforme finalmente quien fuere) tenga precisamente valor de negociación, va a ser necesario no sólo buenas intenciones por parte de los sindicatos, sino capacidad de presión sobre unas reivindicaciones justas y naturales: La redistribución de los beneficios y de la productividad generada. Eso SÍ es “Negociar”.
Madrid, 14 de abril de 2015