Un centenar de banqueros españoles ganan una media de 2,3 millones de euros anuales
Los bancos que cotizan en el Ibex 35 han obtenido unos beneficios de 6.667,2 millones de euros en el primer semestre de 2016. Las dos entidades financieras con mayores ganancias son el Banco Santander (2.911 millones de euros) y BBVA (1.832 millones de euros). También han registrado beneficios CaixaBank (638 millones), Bankia (481 millones), Banco Sabadell (425,3 millones), Bankinter (286 millones) y Banco Popular (94 millones). La suma de las siete entidades representa una reducción del 26% en las ganancias respecto a los primeros seis meses de 2015. De hecho, las únicas que mejoran el porcentaje de beneficios son el Banco Sabadell (20,7%) y Bankinter (45%), según el diario Expansión que recoge informaciones de Europa Press.
En los primeros días de agosto de 2016 se hicieron públicos los ingresos del presidente del BBVA, Francisco González, durante el primer semestre. Ganó 2,7 millones de euros en los conceptos de sueldo fijo, retribución variable y bonus, a los que ha de agregarse 1,1 millones de euros en acciones, según notificó el banco a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Además el consejero delegado del BBVA, Carlos Torres, percibió durante el mismo periodo 1,7 millones de euros y cerca de 520.000 euros en acciones. En cuanto a los compromisos de “previsión” a favor del consejero delegado, concepto que incluye un “sistema para cubrir las contingencias de jubilación, incapacidad y fallecimiento”, Europa Press cita la suma de 14,9 millones de euros en junio de 2016.
El pasado febrero también se dieron a conocer los ingresos en 2015 de la presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín. A la remuneración de 7,4 millones de euros se agrega una aportación al plan de pensiones por valor de 2,3 millones de euros, de manera que la cifra total (9,7 millones) supone un aumento del 10% respecto a lo percibido en 2014. El segundo directivo mejor pagado de la entidad fue el consejero delegado, José Álvarez, que en 2015 percibió un sueldo de 4,7 millones de euros además de una aportación al plan de pensiones por valor de 2,6 millones de euros. El anterior consejero delegado, Javier Marín, abandonó el banco en 2015, pero percibió 484.000 euros por permanecer en la entidad hasta el 12 de enero. Según detalla la agencia Efe, del resto de los miembros del Consejo de Administración sólo recibió una aportación al plan de pensiones (849.000 euros), Juan Rodríguez Inciarte, quien abandonó la entidad en junio de 2015. Además, entre sueldo y acciones, los miembros del máximo órgano de gestión del banco se repartieron en 2015 un total de 29,7 millones de euros, un 11% que en el año anterior. Las aportaciones a los planes de pensiones ascendieron a 6,3 millones de euros.
En marzo de 2016 un informe de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) ofrecía una perspectiva más amplia. De acuerdo con este documento, 119 banqueros españoles tuvieron en 2014 una remuneración superior a un millón de euros. Los emolumentos medios de estos directivos bancarios se elevaron a 2,3 millones de euros, lo que los situaba por encima de la media de la UE (1,9 millones). Así, el estado español es el quinto país en la ratio de banqueros con sueldos millonarios, tras Reino Unido, Alemania, Francia e Italia. El informe aporta asimismo un desglose de las cantidades globales. Los 119 banqueros españoles mejor pagados percibieron una suma total de más de 284 millones de euros (134 millones por remuneraciones fijas y otros 150 millones por variables).
El reverso del fulgor en los balances y los pingües sueldos de los directivos puede constatarse en la situación de los empleados. Un artículo de Ramón G. Cepas en el portal Invertia (20 de mayo) los calificaba como “especie en extinción” y cifraba en 4.400 los despidos anunciados en el sector durante 2016. Previsiblemente CaixaBank cierre este año 310 sucursales en el estado español (el 6% de su red), a lo que se agregan las reducciones de plantilla en Liberbank (mil despidos); Banco Santander (clausura de 450 oficinas y “ajuste” de 1.400 empleos); Banco Ceiss (1.030 empleos y cerca de 50 sucursales) y el BBVA, que según Bloomberg, tiene previsto suprimir unos 2.000 empleos entre las oficinas centrales y la red de sucursales diseminada por el mundo. El Banco de España informa de que en el inicio de la crisis (2008), el número de trabajadores en la banca española ascendía a 278.301, año en que empieza una curva descendente con el punto más bajo en 2015 (202.959 trabajadores). Así, entre 2008 y 2015 el tajo en las plantillas afectó a más de 75.000 empleados. El artículo de Ramón G. Cepas calcula además que si se producen los recortes previstos en el Banco Santander, CaixaBank, Liberbank y Banco Ceiss, las plantillas en 2016 mermarían hasta los 198.500 empleados. Los datos del Banco de España también marcan en 2008 un punto de inflexión respecto al cierre de oficinas. Ese año la cifra de sucursales era de 46.167, número que se redujo hasta las 31.155 en 2015. “Sólo en 2013 se clausuraron casi 4.500 oficinas, en parte por el fuerte ajuste que impuso Bruselas a Bankia tras el multimillonario rescate”, recuerda el artículo de Invertia.
El informe “Empresas Ibex 35” de Comisiones Obreras ofrece una radiografía de la evolución de las grandes empresas en los albores y años centrales de la crisis (2007-2011). En este periodo los beneficios en el sector financiero se redujeron en un 43,6%, de 20.248 millones de euros en 2007 a 11.419 millones en 2011. Sin embargo, los beneficios acumulados en el citado periodo se elevaron a 83.599 millones de euros. Además, mientras que los componentes de los consejos de administración de los bancos pasaron de 123 en 2007 a 129 en 2011 (aumento del 4,9%), las remuneraciones de los consejeros de las entidades financieras pasaron de 79,3 millones de euros (2007) a 86,8 millones en 2011. Ello supuso un aumento en los ingresos del 9,4%. El documento de Comisiones Obreras considera asimismo los emolumentos medios de los ejecutivos (consejeros y directivos) del sector financiero: aumentaron de 193,6 millones de euros en 2007 a 226,8 millones en 2011, lo que implicó un incremento del 17,2%. También se registró un crecimiento de los contratos “blindados” durante la crisis: de 74 (2007) a 82 (2011).