Presuntamente, nuestra empresa ha hecho de nuevo una mala custodia de los datos de todos y todas las trabajador@s de Asitur.
En este caso, una trabajadora de RRHH, ha enviado por mail a una extrabajadora de la empresa un archivo que contenía la información económica y personal del total de la plantilla. No salimos de nuestro asombro.
Por un motivo de responsabilidad “in vigilado”, procedimos a poner en conocimiento del director de RRHH y de la directora financiera este hecho tan gravísimo y quien era la persona que había enviado dicha información.
Lamentablemente hemos constatado que en Asitur hay un doble rasero, el trabajad@r en cuestión sigue desempeñado su puesto sin haber sufrido consecuencia alguna, algo que estamos convencidos que habría sido muy distinto si se trata de un “trabajador raso”.
Estos hechos son indiciarios de un ilícito penal y administrativo. Desde CGT se pondrá en conocimiento de la autoridad correspondiente a fin de dirimir las responsabilidades que procedan.
En servicios generales los errores se toman con otro talante: se vulnera la ley de protección de datos de toda la plantilla y no pasa nada, “son gajes del oficio.” En sala, se hacen despidos disciplinarios alegando baja productividad, pero los operad@res en cuestión han cobrado incentivos.
Sería curioso que, en la negociación que está llevando a cabo el Comité de Empresa y la empresa, se nos dijera que las mejoras económicas no son viables.
¡Pero claro, es entendible! Cuando el Sr.XXXL tiene un salario del 300% más que los operador@s, o el Sr XXL tiene un 200% más, o la Sra XXL tiene un 150% más, y un largo etc, entendemos que los operador@s debemos sufrir todo el peso del trabajo para que tod@s ell@s tengan esos salarios.
Y con los incentivos, se llevan otro pedazo: porque nuestra empresa tiene clases no clase. Los empleados se llevan un 7% y los mandos un 15%. ¡Como siempre todo tan equitativo en Asitur!
Planificación
Este departamento se ha quedado con una única trabajadora. Si dos no daban abasto….Cuanto tiempo tardará en marcharse o lamentablemente, en caer enferma. ¿Cómo se puede pretender que ella sola saque todo el trabajo?
Y mientras, la plantilla sufriendo esta precariedad.
Pero esto no es explotación, es reducción de costes, a costa de la salud y el bienestar de los trabajadores; hay también quien al canibalismo lo llama gastronomía exótica.
El verano sin fin ni final
Es vergonzoso el verano que hemos pasado en Asitur. Reconocemos que se ha hecho una número de contrataciones superior al de otros años, aun así la oferta de horas extra ha estado a la orden del día. Pero no entendemos que necesidad había de hacinar a la gente en la central de Tres Cantos cuando en la central de Alcorcón sobra sitio y especialmente en el turno de tarde.
El ruido ensordecedor de tanto operador junto atendiendo llamadas, unido a las peregrinaciones entre las plantas de hogar y viaje, por no mencionar la molestia ocasionada a los operadores de hogar, siempre tan silenciosos, aguantando el retumbar de viaje, nos han dejado un verano infernal. Solo esperamos que nuestros queridos mandos recapaciten y no se repita la misma historia a lo largo del año. ¡Por favor, recuerden que somos personas, no ganado!
En satélites la situación es desesperante: falta de personal, reparto del trabajo injusto y desigual; unos pocos operadores tienen formación de todo por tanto llevan toda la carga, otros sólo de una cosa y nunca reciben formación del resto de cuestiones. Las nuevas contrataciones y los operadores de viaje pasados a satélites tienen una formación incompleta, atienden las llamadas sin tener los conocimientos necesario provocándoles mucho desasosiego y encima generan más trabajo al no poder realizar correctamente las gestiones.
En hogar nada mejora, los cambios de turno y las ampliaciones definitivas siguen sin llegar a producirse. La repartición del trabajo sigue brillando por la falta de equidad. No recordamos las veces que hemos pedido, tanto como sección como con el resto de la R.L.T., que se publique una agenda rotando día a día a todos los operadores entre las tareas de back office y las llamadas.
En viaje el nuevo protocolo de medios ha sido bochornoso: la gestión de medios con horas de retraso. El buzón de traslados a reventar, la media de llegada de los vehículos a destino disparada (15-20 días) y a todo esto súmale lo de todos los años, personal temporal con formación insuficiente (con todo lo que esto implica), consultas desbordado: música al operador, operador música al asegurado.
