El cuñadismo sindical, formado por CC·OO, U·G·T, F·I·T·C y S·T·S, facilita nuevamente al Banco la no implantación de un sistema de registro de jornada, que dé cumplimiento a lo estipulado en el art. 35.5 del E.T. y que evite las indeseadas prolongaciones de jornada.
Algunas y algunos nos preguntáis, en qué quedó aquello que publicitamos en su día del compromiso del Banco de implantar un sistema de registro de jornada, que pusiese fin a las habituales prolongaciones de jornada realizadas por la inmensa mayoría de la plantilla. Para dar respuesta a esa cuestión, conviene hacer un poco de memoria.
El art. 35.5 del Estatuto de los Trabajadores señala que “A efectos del cómputo de horas extraordinarias, la jornada de cada trabajador se registrará día a día y se totalizará en el periodo fijado para el abono de las retribuciones, entregando copia del resumen al trabajador en el recibo correspondiente”.
Dado que Banco Santander incumplía sistemática e impunemente lo estipulado en ese artículo, cosa que por otro lado continúa haciendo, en el mes de noviembre de 2015 desde C·G·T, tras haber efectuado innumerables denuncias ante las distintas inspecciones provinciales de trabajo, iniciamos el proceso para interponer un conflicto colectivo ante la Audiencia Nacional para que la justicia le obligase a hacerlo.
En el juicio celebrado en febrero 2016, a pesar de saberlo ganado, y por tanto demostrando buena fe, llegamos a un acuerdo con el Banco para que antes de julio 2016 se implantase, o bien un sistema negociado con la representación de los trabajadores, o en su defecto, uno fijado unilateralmente por la Empresa. Pero al fin y al cabo, uno.
Leído esto, seguiréis preguntándoos que ha ocurrido, para que una vez pasado el mes fijado como fecha tope, el banco continúe incumpliendo su compromiso y siga sin implantar el registro de jornada. La respuesta es simple: su nulo interés por acabar con las prolongaciones de jornada, evidente por otra parte. Y lo peor de todo, la sumisión vergonzante a la Empresa del cuñadismo sindical.
Un nulo interés por parte de la Empresa, demostrado en la celebración únicamente de un par de reuniones para tratar este tema, en los cuatro meses que van desde febrero a junio. Unas reuniones a las cuales no llevó ninguna propuesta seria sobre la que trabajar, más allá de una hoja de Excel para ser cumplimentada a mano. Hecho este que nos alertó sobre sus verdaderas intenciones, ganar tiempo. Cosa que ganó solicitando una prórroga del periodo de negociación hasta octubre, aceptada por los cuñados sindicales.
Pues también ha pasado octubre y seguimos sin ningún sistema de registro de jornada y eso a pesar de la presión que desde las inspecciones provinciales de trabajo se ha estado llevando a cabo, a través de los requerimientos que se han recibido en las oficinas, para que el citado sistema estuviera implantado en noviembre.
Pasado nuevamente ese plazo, el banco ha vuelto a solicitar otra prórroga hasta marzo del 2017, y los cuñados, lejos de ponerse en su sitio y acabar con esta tomadura de pelo alargada en el tiempo, nuevamente se ponen a sus pies volviéndosela a conceder, utilizando para ello una carta en la que son ellos mismos, obedeciendo órdenes, los que supuestamente la demandan. Una nueva prórroga que el Banco utilizará para excusar ante la Audiencia Nacional y ante las Inspecciones de Trabajo la falta de implantación del registro de jornada, aduciendo que se sigue negociando. Una negociación falsa a todas luces, ya que ha ninguneado las propuestas efectuadas por la representación sindical y pasados diez meses desde su inicio, no se ha movido del Excel inicialmente propuesto, demostrando una mala fe negociadora.
A todo el mundo le queda claro que sin ese registro, no es posible acabar con las prolongaciones de jornada. Por tanto, deberemos cuestionarnos sobre el interés real del cuñadismo sindical en dar solución a este tema que tanto preocupa, y sobre todo ocupa, a la plantilla.
Somos conscientes de que tras la lectura de este comunicado, planeará sobre la mente de todas y todos, la idea de que estamos ante otra guerra sindical. Pues, si las guerras sindicales tienen como resultado la consecución de los objetivos, como recientemente ha ocurrido con el tema de las pagas de participación en beneficios de año 2016, bienvenidas sean.