En Junio 2017 ha finalizado un ERE en Liberbank que viene desde el 01-01-2014 y por el que, además de los despidos, la plantilla superviviente ha sufrido recortes salariales de entre el 10 y el 30%. La dirección de Liberbank ha vuelto a convocar a los Sindicatos (una mayoría ya firmó el anterior) para negociar un nuevo ERE que, según dice la convocatoria de la empresa, “afectará potencialmente a la totalidad de los centros de trabajo del banco, así como modificará la jornada y el concepto de movilidad geográfica”.
Con el anterior ERE la plantilla ha perdido 420 MM €, además de varios cientos de puestos de trabajo. Mientras, el consejero delegado se subió el sueldo un 19% y percibe 487.000 €. Además, el Consejo cobra anualmente más de 100.000 € de dietas sólo por esta pertenencia y Liberbank lleva declarados beneficios en sus últimos ejercicios.
CSICA (ACB en BBVA) firmante del ERE anterior ha declarado que la nueva Convocatoria es “una absoluta falta de buena fe, decoro y respeto hacia los sindicatos”. ¡Pues claro! No debería ser “sorpresa”. Se trata de saber si aprendemos o no que resulta irrenunciable asumir la natural confrontación con estas posturas patronales. Firmar el “mal menor” no sólo no soluciona sino que abre, aún más, la caja de Pandora. De aquellos ERE, estos otros.