Puede parecer un título frívolo, pero es que nos quedamos sin palabras para definir a quien despide a madres y padres cuando empiezan estos días. Aquí no somos de celebrar Navidad y ningún día es bueno para realizar un despido, pero hay algunos que son definitivamente peores.
El miércoles 20 despidieron a 3 compas en Sevilla y 3 en Barcelona. Ayer jueves 21 la lista engrosó con 11 más en Madrid. Además de los 3 de ICT y 10 de CMC (COLT). Posiblemente habrá alguno más que directamente no sepamos aún. Si recordáis, los últimos despidos se ejecutaron el viernes 22 de septiembre, hace exactamente 90 días. ¿Fraude de ley para encubrir un ERE?, ya veremos.
Habrá quien leyendo esto pensará que no va con él, pero esta vez hemos pensado que es interesante que hablemos de casos particulares para que busquéis similitudes. De los que hablamos aquí son casos reales, evidentemente resumidos, solo hemos cambiado los nombres.
Paco: Llevas meses en un cliente sin novedad ni indicio que te haga pensar nada malo, has imputado todo diciembre y te queda poco para irte de vacas con tus hijos. Un día te dicen que te sacan del cliente y te desasignan. Al día siguiente estás en la oficina y con una convocatoria de reunión de la responsable de Staffing. Al otro día estás en una sala de reunión con más compañeros en la que ella y el responsable de RRLL os están despidiendo. ¡Pero si estamos a jueves y el martes estaba en cliente! ¿Qué ha pasado?
- Ana: Has sido madre hace poco y hace pocos meses que te has incorporado de la baja. Ahora tenías reducción de jornada pero aun así has sido convocada a la misma reunión y ahora estás en la calle.
- Juana: Eres responsable de un proyecto, aunque la dirección diga que no es rentable. Sales con tu equipo en un número de la revista interna hablando de lo que mola el proyecto y la empresa. A la semana siguiente estás pidiendo cita en la oficina del SEPE.
- José: Eres desarrollador Java, aunque con tu carrera y conocimientos te podrías animar a picar en lo que fuera. Después de estar más de una década en un cliente en la que la empresa ni te ha formado ni te ha subido un euro, el servicio lo gana otra consultora y a ti te mandan a la oficina. Estás un par de semanas viendo que el Connectis University no sirve de nada porque los cursos están anticuados o simplemente hay mil mejores buscando por la red, pero aun así te obligan a completar alguno. Es entonces cuando te mandan a hacer de soporte a otro cliente, a montar impresoras, cambiar cables… no es tu perfil pero te dicen que es algo puntual para cubrir una baja… pero al final el tema se alarga meses. Después te mandan a un curso de Java, pero jamás llega una oferta ni una entrevista de desarrollo. La siguiente noticia es el despido.
- Silvia: Estás en la oficina con proyectos asignados, mucho curro, esa misma mañana tenías una entrevista para irte a un cliente… Pero como la organización en la empresa nunca ha sido uno de los puntos fuertes, ese día también te toca la amarga noticia.
- Pedro: Estas de baja en casa y te llega un aviso del banco con un ingreso en tu cuenta extrañamente alto. La próxima vez que llamen a la puerta ya no pensarás que es una postal navideña o el pedido de Amazon con los regalos, sabrás que es el cartero que te trae un burofax con tu despido.
Antes han sido Paco, Juana, Silvia, José o Ana, pero mañana podemos ser cualquiera de nosotros.
Todo esto mientras que Recursos Inhumanos manda un correo para que actualices tu perfil de LinkedIn. ¿Esto es para que ya ni tengan que despedir y directamente la gente se vaya voluntariamente?
Solo os pedimos que no dejéis que esto pase al olvido por haberse producido entre fiestas y vacaciones. Leed esto y dedicad 5 minutos a comentarlo con quien tengáis cerca.