La Audiencia Nacional estima la demanda de ejecución de acuerdo de conciliación presentada por CGT y obliga al Banco a implantar un sistema de registro de jornada para toda la plantilla, haciéndole cumplir así lo acordado en su día en sede judicial.
Desde hace tiempo, justo tras la firma del acuerdo de cierre de sábados que, permitió erróneamente al personal directivo “flexibilizar” su jornada, sabíamos que la única forma de acabar con las prolongaciones de jornada era conseguir la implantación de un sistema de registro de la misma. Un sistema que registrase el horario de entrada y de salida para ver cuántas horas se trabajan realmente y que pudiera ser utilizado para pagar las horas realizadas de más, como horas extraordinarias.
Con ese fin, desde CGT interpusimos en diciembre de 2015 demanda de conflicto colectivo ante la Audiencia Nacional para que se obligase a la Empresa a llevar ese registro de la jornada. Demanda amparada en una sentencia previa de la misma Sala que condenaba a Bankia a llevar a cabo ese registro. Sentencia, por otro lado, no firme y recurrida ante el Tribunal Supremo.
En febrero de 2016, CGT y Banco Santander llegamos a un acuerdo en la propia Sala de la Audiencia Nacional para, en un plazo máximo de tres meses, junto al resto de la representación sindical, negociar un sistema de registro de jornada para toda la plantilla. Y caso de no llegar a ningún acuerdo, el Banco se obligaba a implantar uno unilateralmente.
Esas negociaciones se dilataron más allá de esos tres meses, gracias a la inestimable colaboración del sindicalismo cortesano mayoritario en esta Empresa, a pesar de nuestras advertencias de que el Banco trataba de dilatar el supuesto proceso negociador, en espera de que la sentencia del Tribunal Supremo ante el recurso presentado por Bankia, anulase la obligación de las empresas a registrar la jornada de trabajo.
Hecho este que sucedió en marzo de 2017. Momento en el que el Banco, tras trece meses de “durísimas negociaciones”, dio por cerrada la mesa de negociación de manera unilateral.
A pesar de ese varapalo judicial para nuestra aspiración de conseguir el registro de jornada, desde CGT nunca nos hemos dado por vencidos. Por ello, acudimos inmediatamente al Congreso de los Diputados para solicitar que se realice una modificación del Estatuto de los Trabajadores que, obligue a las empresas a registrar la jornada y acabar así con la lacra que suponen las prolongaciones ilegales de jornada. Proposición de ley que, en estos momentos, ya se está tramitando.
Igualmente, presentamos demanda de ejecución del acuerdo al que llegamos con la Empresa que, evidentemente no ha cumplido. Hecho este que nos lleva a la conclusión de que este Banco no es de fiar, cuando ni siquiera cumple sus compromisos.
El pasado 7 de noviembre se celebró la vista. Una vista dónde, a pesar de estar citados como parte interesada, no comparecieron CCOO, UGT, FITC y STS, quizás para no molestar al patrón, hecho este utilizado por el Banco para desacreditar nuestra pretensión y en la cual, la Empresa se negó pacíficamente a cumplir lo pactado.
Finalmente, la Audiencia Nacional nos ha dado la razón y desestimando el recurso presentado por la Empresa, le obliga a cumplir lo pactado con CGT en febrero de 2016 que, no es otra cosa que implantar un sistema de registro de jornada para toda la plantilla del Banco. Un sistema de registro que acabará con las prolongaciones de jornada. Está visto que el que la sigue, la consigue.