Año tras año los trabajadores de Indra seguimos perdiendo poder adquisitivo en base a dos motivos: la funesta PSI, y la compensación y absorción en los convenios sectoriales refrendados por los sindicatos institucionales.
Si vemos el Orden del Día de la próxima Junta de Accionistas da verdadero asco observar cómo varios puntos se refieren exclusivamente al cobro y reparto del dinero de todos para la cúpula:
Séptimo. – Aprobación de la modificación de la política de remuneraciones de los consejeros aplicable para los ejercicios 2018, 2019 y 2020.
Octavo. – Votación consultiva del Informe Anual de Remuneraciones 2017.
Noveno. – Autorización para la entrega de acciones a consejeros ejecutivos y altos directivos.
Y mientras tanto a los trabajadores se les sigue congelando el sueldo. ¿Vamos a seguir callados?
Resulta sospechosa la coincidencia que mientras el presidente se ha subido el sueldo de forma escandalosa y somos noticia por distintos escándalos, la empresa publique lo siguiente:
“Durante el año 2017, se ha impulsado el diálogo con todos los sindicatos a fin de conseguir una interlocución fluida. En este sentido, se ha firmado un acuerdo sobre interlocución sindical con los sindicatos CCOO, UGT y STC, que representan a más del 64% de la representación unitaria. Este acuerdo regula el procedimiento de uso del crédito horario sindical, el número de delegados sindicales por cada sección, gastos de viaje y medios para la actividad sindical.”
¿Cómo? ¿Liberados? ¿Pagos? ¡¡Qué vergüenza!! Pero será a cambio de algo, ¿no?
Pues curiosamente también, el año pasado se entregaron a la Dirección desde el Área del Metal más de 2000 firmas reivindicando reparto de beneficios para todos… pero nada más se supo. CCOO, como sindicato mayoritario, hizo un brindis al sol sobre hacer paros si nada se conseguía. Un año después no seguimos igual, sino peor. Colaboracionismo y connivencia entre la Dirección y los sindicatos. ¿Hasta cuándo? No les dejemos.