Como hemos venido informado, la actual normativa laboral determina que desde el 12 de Mayo las empresas debían tener operativo el registro del inicio y fin de la jornada laboral de cada empleado. Su finalidad primordial no es otra que acabar con el fraude que supone la realización de millones de horas extraordinarias que las empresas impagan a sus empleados, además de no cotizar por ellas, así como la de corregir situaciones de precariedad y abuso que sufren muchos trabajadores en su jornada laboral.
Como suele suceder en estos casos, parece ser que el infractor nunca se da por aludido. Es lo que sucede con WiZink, que ya incumple los plazos que fija la ley, y donde D. Luis Escribano, Director de Relaciones Laborales, afirma que en esta entidad no se dan prolongaciones de jornada ¿En qué mundo vive? ¿Dónde trabaja él para no verlo? ¿Se habrá pasado algún día por las diferentes dependencias a las 6 de la tarde, ahora que hay horario de verano?
En la reunión mantenida la pasada semana a este respecto, hemos podido comprobar que WiZink sigue postergando el empezar a registrar la entrada y salida del trabajo (es obligatorio) con la oportuna flexibilidad de horarios, hasta disponer de un sistema global de registro (potestativo), consistente en un programa informático de “control de tiempos” que determine lo que ella denomina “tiempo de trabajo efectivo”, monitorizando minuciosamente la actividad de cada empleado cada minuto. Sistema éste que resulta muy perjudicial para el trabajador, y que constituye un intolerable y abusivo desequilibrio en la prestación laboral.
Para empezar, este sistema que nos quieren imponer NO CUMPLE los parámetros de seguridad y fiabilidad que exige la ley, pues el inicio y finalización de la jornada ha de registrarse en el momento real en que se produce, y no debe modificarse posteriormente, algo que es taxativo, pero la empresa manifiesta que será lo “más instantáneo posible” y lo “menos modificable posible”, quedando por tanto esas “posibilidades” a su arbitrio.
Además, WiZink pretende que la jornada de trabajo comience cuando el empleado encienda y se registre en su ordenador, y que acabe cuando lo apague. No tiene en cuenta el espacio de tiempo transcurrido desde que el trabajador ha accedido a sus instalaciones, y que por tanto ya está a disposición del empresario.
A modo de ejemplo, si un empleado con horario de 08:00 a 15:00 h, accede al edificio a las 08:00, pero no se puede conectar hasta las 08:15 h (tardan los ascensores, el ordenador se inicia muy lento, su supervisor le aborda con algún tema o preguntas urgentes, etc…), tendrá que finalizar su jornada a las 15:15 h.
A este respecto, el Sr. Escribano, no nos supo informar sobre cuales datos registran los tornos de entrada al centro de trabajo, ni si es WiZink o el propietario del edificio quien dispone de ellos.
Según la empresa, una vez iniciada la sesión en el ordenador, el trabajador tendrá que registrar todas y cada una de las pausas que lleve a cabo durante la jornada laboral, incluidas aquellas que la empresa considera “tiempo de trabajo no efectivo”, como acudir a consulta médica, consultas sindicales, llamadas telefónicas personales, levantarse a por fruta, a por un café, ir a beber agua, o ir al cuarto de baño, etc, que de no realizar éstas en el tiempo legal de descanso tendrá que recuperar fuera de su horario.
Lo que antes era “buen rollito” y diferentes descansos consentidos, eso sí, con prolongaciones de jornada habituales, abusivas y gratuitas, ahora, cuando la ley le dificulta éstas, WiZink pretende imponer un sistema mucho más retrógrado y restrictivo que los que había en banca a mitad del siglo pasado, y más propio de tiempos del liberalismo industrial.
En aquellos tiempos, las empresas pretendían justificar ese control de tiempos por productividad, pero WiZink no puede invocar tal argumento, toda vez ahora obtiene eso por otras vías, como las evaluaciones de desempeño anuales que realiza a sus empleados, y los elevados objetivos que les impone, cuyo incumplimiento utiliza para despedirles, como ha sucedido en los recientes ERE’s de WiZink Bank y WiZink Gestión.
De esta forma, WiZink que presume (falsamente) de llevar a cabo políticas de flexibilidad que favorecen la conciliación de la vida personal y laboral, quiere establecer un sistema de registro de la jornada pensado para arañar tiempo libre a sus empleados, con el que compensar el pago de horas extraordinarias. Un sistema que dirige a un nuevo modelo laboral agresivo y rancio, alejado de los actuales valores sociales.
Desde CGT no estamos dispuestos a consentir que en WiZink imperen unas condiciones abusivas sobre el tiempo de trabajo.
Nuestras propuestas de Registro son claras, y en continuidad con el marco laboral aplicable:
Queremos un sistema de registro de la jornada:
- Que sea 100% automático e inmediato, y 100% fiable e inmanipulable.
- Que siguiendo la obligatoriedad que indica la ley, únicamente se registre el inicio y final de la jornada laboral.
- Que el inicio de la jornada comience cuando el empleado accede a las instalaciones de la empresa y ya queda a disposición de la misma.