Cuando un sindicato de clase decide explicar con palabras «clave» su actividad y su trabajo esté utilizando una herramienta hoy ya básica y no siempre bien utilizada, la de informar qué son, qué hacen, qué quieren hacer si les dejan. A la sociedad en su conjunto nos sobran ruidos y nos faltan identidades claras, actividades explicadas, formación e información. Menos fake new y más imágenes reales de lo que somos cada uno, sin mentir.
Cada uno, cada organización, cada grupo social debe explicar qué quiere para su propia sociedad, con la calma y la responsabilidad de simplemente explicar. Nos mienten en las redes sociales montones de voces manipuladoras que se crean precisamente para mentirnos.
Que un sindicato ponga en su fachada a lo que aspiran, a quien defienden, qué son, es de aplaudir por su osadía en tiempos de tantas mentiras y tantos disfraces. Osadía por la claridad y por algunas de las palabras puestas, que seguro producirán escozor. Palabras peligrosísimas pues ayudan a los más débiles a concoer las herramientas de que disponemos para intentar levantar la cabeza.