Hay a quien el apodo o calificativo por el que se le conoce no puede ser más apropiado: “Buitres”.
Y de lo que no cabe la menor duda es de la trayectoria de la Dirección de WiZink, entidad perteneciente al Fondo de “Inversión” estadounidense Värde Partners, eso sí, a través de otra entidad interpuesta radicada en Luxemburgo.
Dirección que, primero, se ha aprovechado de su clientela (qué feo), concentrando casi la totalidad de su negocio en las tarjetas “revolving”, producto que finalmente ha sido considerado como USURA por el Tribunal Supremo, tanto por el elevado interés cobrado como por las características de ese tipo de crédito que convierten al cliente en “cautivo” (qué vergüenza).
Y después esa Dirección, para hacer frente a la responsabilidad económica derivada de esa actuación ilegal, dado que el beneficio de ese negocio generado durante años ya se lo habían reembolsado a su matriz, han abaratado los costes laborales procediendo a la externalización de tareas tras acometer un Despido Colectivo por el que perdieron su puesto de trabajo 123 trabajadores. ERE en el que estos directivos no quisieron renunciar a sus sobresueldos, sus prebendas de lujo, o indemnizaciones millonarias, que pudiesen minoran el número de afectados. Todo ello mediante un acuerdo con CCOO y UGT, coautores de estos despidos, por el cual los secretarios generales de esas secciones, José Manuel Carpintero y José Javier González, se vieron beneficiados con prejubilación aunque no estaban afectados en el expediente. Una vez más su política de “Tú me das, yo te doy, y a la plantilla que le den…”. (qué inmoral).
Pero aquí no queda todo, sino que en el colmo de su avaricia, en recabar hasta el último euro posible, dada la situación de teletrabajo obligatorio que nos impone Wizink, la empresa ha procedido a la supresión de la modesta cantidad que veníamos recibiendo como transporte, como si ello fuese un “regalo”, cuando en realidad fue una compensación por el traslado desde el anterior centro de trabajo que estaba ubicado en La Moraleja.
Sin embargo, en contrapartida, parecen olvidar otras condiciones que le favorecen. Como sucede con la larga situación de teletrabajo obligatorio impuesto por la empresa, que con independencia que responda a motivos sanitarios en un inicio, generan unos costes a los trabajadores que el banco no abona, y que le producen un beneficio/enriquecimiento injusto.
Por esta razón, desde CGT hemos reclamado a WiZink que abone a la plantilla, con carácter retroactivo, la cantidad mensual de 55,-€ que el convenio colectivo sólo reconoce a futuro, más una compensación mensual equivalente de 120,-€ por el espacio del que se aprovecha en nuestros domicilios (total de 175,-€/mes). Resulta abusivo por WiZink, que con lo que cuesta a un trabajador sufragar la compra o alquiler de su vivienda, tenga después que destinar gratuitamente un lugar para trabajo en ella, cuando es la empresa la obligada a proporcionarlo.
Dado que en el acto de conciliación previo a la demanda, donde CCOO no se ha adherido y UGT ni siquiera ha comparecido, WiZink se ha negado a ofrecer compensación alguna por este motivo, CGT ya hemos interpuesto la correspondiente demanda, para que sea un juez el que decida.
20 de Abril de 2021
