El día 12 de Julio finalizó el periodo de adscripción «voluntaria» para salir despedido/a de BBVA a raíz del ERE firmado, por desgracia, el pasado 8 de junio.
Las informaciones trasladadas desde entonces por parte de los sindicatos firmantes después de cada una de las reuniones de la Comisión de «Seguidistas» nos aportan datos, siempre incompletos –y de forma interesada-, del gran volumen de adscripciones para marcharse «voluntariamente» del Banco. Y en las últimas comunicaciones ya superaba con creces el número necesario para poder realizar el recorte de empleo pactado entre ellos de la manera menos traumática.
¿A qué viene, entonces, que el martes -y 13- de julio ya estén convocando a personas para su despido forzoso de SS.CC., Estructuras Intermedias y Edificios Corporativos? ¿Dónde está la voluntariedad que iba a primar? Sólo hacen “engordar” el número de personas desocupadas en nuestro sector, a pesar de los ingentes y recurrentes beneficios de sus empresas.
Si nos creemos las cifras vertidas, esperemos que no sigan el ejemplo de su competidor más directo y acabe escogiendo la empresa a quién se despide, independientemente de la intención de la persona trabajadora de continuar en el Banco o no.
Por otra parte, si se consigue la reducción pactada (2.935) pero no la cobertura de vacantes vía Mobility o CSE, Task Force, etc., la asignación forzosa de estos puestos de trabajo, con el alejamiento de la familia que supone y el consecuente rechazo por parte del/la trabajador/a, ¿puede suponer un incremento de los despidos y superar el número de los pactados en el Expediente de Despido Colectivo? Gran pregunta sin ninguna respuesta. ¿Se hará sangre?, o ¿más sangre todavía, con todo esto?
Podemos hablar también de los futuros cierres de oficinas previstos para septiembre, octubre y noviembre.
¿En qué circunstancias se afrontarán las recolocaciones del personal afectado por estos cierres y que a su vez también están dentro de los colectivos de personal afectados por el Ere por su perfil profesional?
Todas estas preguntas deberían tener una respuesta clara y no deberíamos movernos dentro de la opacidad en algo tan importante como el puesto de trabajo de los compañeros y las compañeras.
No se puede tolerar la complicidad de nadie cuando habiendo aceptado de inicio, al firmar el Despido Colectivo, que se abra una herida enorme dentro de la plantilla de BBVA, ahora también se permita tirarle sal y de esta manera aumentar más aún el sufrimiento.
Una plantilla que, día tras día, desde hace bastante tiempo, debe soportar unas condiciones de trabajo indeseables, donde tienen que aguantar tanto las presiones de algunos/as «responsables» para cumplir objetivos inalcanzables, como aceptar en su día a día la normalización del insulto por parte de los clientes dada la precariedad de servicio que se está ofreciendo en la red de oficinas como consecuencia de la reducción del número de las mismas o del horario de atención en el servicio de caja.
Desde CGT seguimos insistiendo que, si la gente se apunta voluntariamente a ser DESPEDIDA, NO ES PORQUE EL ACUERDO SEA BUENO, sino porque, desde hace años, NADIE AGUANTA TRABAJAR EN BBVA. Se han esforzado en hacer del trabajo diario un auténtico tormento para muchas personas, hasta el punto de que se planteen irse personas jóvenes con todo el futuro y vida laboral por delante PORQUE NO AGUANTAN MÁS.
BBVA, una empresa de servicios financieros donde pronto el único servicio que prestaremos será telefónico, con despoblamiento Financiero de muchas localidades. Una vez llena “la buchaca” de BBVA Contigo/CSE, ¿qué ocurrirá?
Como todos sabéis, CGT no sólo no aceptó entrar en el juego de firmar un ERE en una empresa con enormes beneficios recurrentes, como BBVA, sino que, después de consultarlo con nuestra afiliación, como todas las decisiones que se toman en nuestra organización, hemos iniciado el proceso judicial de impugnación de este injusto Expediente de Despido Colectivo, cuyo juicio se celebrará, en principio, el 27 de octubre.
Os iremos informando de todo este proceso, pero, como no podía ser de otro modo, estaremos atentos a cómo se desarrolla la aplicación de las medidas acordadas, pues, aunque no nos permiten formar parte de la Comisión de Seguimiento -por no haberlo firmado-, defenderemos en todo momento los intereses de los componentes de la plantilla de nuestra empresa.
CGT BBVA SEGUIMOS A TU LADO.
