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2022: Año 1 después del ERE. Seguimos buscando los motivos

Tras un año realmente atípico y desastroso -al menos en lo laboral en BBVA-, con la destrucción de 3.000 puestos de trabajo en un banco que presume de beneficios descomunales, por desgracia podemos confirmar que lo que predijimos se cumple una vez más: Tras el ERE, quienes se van forzados: Mal. Quienes nos quedamos: Todavía peor. Y así lo puede confirmar cualquier empleado hoy en día en el BBVA. Las condiciones en que se ha quedado la plantilla son ciertamente penosas.

CGT lo está denunciando en los distintos foros: CESS, reuniones con T&C y el Presidente, Junta de Accionistas, etc. Es increíble que algunos firmantes del proceso de despido, ahora se lleven las manos a la cabeza; sentimos vergüenza ajena, cuando en un foro del CESS, un representante de un sindicato firmante decía que la plantilla estaba asfixiada y que era el momento de contratar gente. Que falta personal… Sin palabras.

Como bien sabemos, el 31 de marzo concluye el plazo para la aplicación de las condiciones firmadas en el ERE. A partir de ahí, se reducirá el desasosiego, pero el daño ya está hecho, y lo peor es que están sentadas las bases para las nuevas agresiones.

ES EL MOMENTO DE REFLEXIONAR. Y en distintos ámbitos: En el personal, en el profesional, en el laboral y también en el ámbito sindical.

A estas alturas toda la plantilla ha de ser consciente de lo que significa cada opción sindical, y debemos interiorizar cuál defiende mejor nuestros intereses y comulga más con nuestras ideas.

El precio del institucionalismo conlleva una dependencia económica de ciertos poderes y subyuga a los sindicatos en los deseos de la empresa, aislando el verdadero objetivo del sindicato que no es otro que la reivindicación de nuestros derechos para mejorar el empleo y nuestras condiciones de trabajo.

¿Qué hace CGT no firmando este ERE? Ya hemos demostrado e informado en anteriores escritos, que hay empresas y sectores en los que los sindicatos se han negado a firmar expedientes de regulación de empleo, y en consecuencia no se han llevado a cabo.

De no firmarse el ERE en BBVA, a la vista de las posturas iniciales de todos los sindicatos, se habría abierto un proceso de conflictividad. En el ámbito judicial, la no firma mayoritaria hubiera permitido un claro cuestionamiento que lo declarase NULO (algo cierto en otros Sectores). Mantener una posición coherente de oposición al ERE en Banca, conllevaría un problema social, reputacional y jurídico incluso trasladable al Estado, al que tanto “debe” la Banca (recordemos la compra a precio de saldo de UNNIM y CX, por ejemplo).

No olvidemos en ningún momento que BBVA va viento en popa, y por ello nunca podría tomar medidas contra una plantilla que se posiciona mayoritariamente por la prevalencia de su empleo. Al presentar sus datos, BBVA se pone en evidencia, tras su alarde mediático sobre productividad, la mejor ratio europea de eficiencia, etc. ¡Nunca fue necesario despedir a nadie! Ahora nos encontramos con una plantilla mermada, con necesidad de ETT porque no se cubren los puestos de trabajo, porque no se puede atender a los clientes. Es el propio banco quien presume de productividad, quien ha decidido aumentar los dividendos, quien saca pecho cuando habla de su ratio de eficiencia.

Ahora es cuando cualquier empleado de BBVA tiene capacidad de ver el engaño. La gran pregunta es: ¿Quién ha ganado con el ERE? LA PLANTILLA SEGURO QUE NO. ¿Por qué lo han hecho? Alguien pudo pensar que con la “limpieza” del ERE, la plantilla superviviente podría sentirse más “estable” en su puesto de trabajo. En breve finaliza el ERE. ¿Alguien se siente más seguro, más cómodo, mejor que antes del ERE? ¿Es cierto que el “sacrificio” del ERE aporta estabilidad a la plantilla superviviente? ¡Claro que NO! Al contrario

Pero también hemos de advertir que somos bancarios/as, que hemos dejado que otros hagan y ahora estamos pagando las consecuencias. Hemos ido normalizando la presión, las faltas de educación de superiores jerárquicos y clientes hacia nuestra persona y hemos dejado que llegue a límites insoportables. Entre todos/as hemos de llamar a una responsabilidad colectiva. Hay compañeros/as que creen que, por mirar para otro lado, no les afectarán los cambios que vengan en un futuro. Tengamos todos muy claro que nadie está libre de ser despedido.

Ha llegado el momento de reflexionar más sobre el hecho sindical. Ha llegado el momento de pensar en la utilidad del sindicato. Salirnos de la “inercia”, hacernos dueños de nuestras decisiones, porque todos los sindicatos somos agrupaciones de asalariadas/os y, por tanto, todos/as en BBVA tenemos nuestra parte de responsabilidad en las decisiones colectivas, como ha sido firmar un ERE en un Banco con grandes beneficios, destruyendo empleo y mermando las condiciones laborales de los supervivientes al mismo.

2022 debe ser el inicio del cambio en BBVA, una nueva manera de defender y reivindicar nuestros derechos laborales.

HAY QUE CAMBIAR TENDENCIAS ESTE AÑO 2022 Y QUE TODO ELLO SE REFLEJE EN 2023, EN CADA CANDIDATURA A TU COMITÉ DE EMPRESA Y EN EL RECUENTO DE VOTOS.

CGT SIEMPRE A TU LADO

Marzo 2022

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