En septiembre comienza el Campeonato de Europa de Baloncesto y Caixabank, como socio y patrocinador oficial que es, allí estará presente para lo que nuestra selección necesite, ya sea apoyo y ánimo o, en su defecto, unos móviles, alarmas, paneles solares o seguros de vida.
Lo sabe Scariolo y lo sabe la junta directiva de la entidad, los partidos no los ganan ni los títulos pasados, ni el dinero, ni los directivos, los partidos los ganan los equipos y tanto la selección como Caixabank son conocedores de que se encuentran en un proceso de renovación que puede terminar de Campeones de Europa o eliminados en la primera fase.
Todo depende de la gestión del talento.
Los distintos talentos individuales de la plantilla son los mayores activos de un equipo y, como tal, deben cuidarse, mimarse y, en caso de ser inevitable, minimizar su pérdida para seguir evolucionando y creciendo en cada nueva etapa, la salida de los Gasol, Navarro, Reyes, Ricky… ha sido tan gravosa para la selección como lo ha sido para Caixabank las salidas voluntarias de muchos compañeros en el último ERE, sumados a los tantos otros compañeros que, al margen del ERE, están solicitando su salida de la entidad ante la desmotivación, la falta de crecimiento personal y la frustración de su progreso profesional.
Los recientes resultados de la encuesta de clima laboral muestran una deriva siniestra a la par que dibujan una dicotomía insostenible, mientras la empresa muestra músculo exterior, la realidad es que se pudre por dentro:
- Un 60% de la plantilla no recomendaría Caixabank como lugar de trabajo
- Un 60% dice que los objetivos no son alcanzables
- un 64% dice que las condiciones de trabajo no le permiten ser productivo
- un 69% dice que la carga de trabajo no le permite realizar el trabajo adecuadamente
La selección española de baloncesto es actual campeona del mundo y Caixabank la mayor entidad financiera del país, pero nada de esto garantiza éxitos futuros, hay mimbres suficientes para volver a ser campeones, la selección tiene al entrenador perfecto pero, ¿Y Caixabank?