Hasta 2009 Alcatraz era un fortín inexpugnable donde todos los internos gozaban de buena salud y buen trato. La imagen, tanto interna como externa, era inmejorable, nadie quería salir de allí, sin embargo, muchos hacían lo posible por entrar.
Aun hoy, se pueden leer arañadas en sus paredes las marcas indelebles de un pasado que estaba a punto de desaparecer.
“Por cuarto año consecutivo, “la Caixa” lidera el ranking Merco Personas, un estudio que selecciona las mejores empresas para trabajar en España. Los técnicos que elaboran el informe han entrevistado a 7.100 empleados, 1.000 universitarios, 500 antiguos alumnos de escuelas de negocio, 73 directores generales y a un millar de ciudadanos.”
https://blog.caixabank.es/blogcaixabank/como-se-valora-la-reputacion-de-una/
15 años después nada queda de esa inexpugnabilidad, la buena salud y el buen trato se han transformado en humillaciones e interrogatorios diarios dejando una huella imborrable en las vidas de miles de personas y habiendo transformado y destruido, quien sabe si para siempre, la imagen y el prestigio de una institución centenaria. Hoy, sus miles de internos luchan y sueñan desesperadamente con salir de allí; fuera ya nadie se pelea por entrar.
Alcatraz ya ni está entre “Las 100 mejores empresas para trabajar en España en 2023”
A día de hoy se mantienen las adscripciones directas a oficinas Store bajo amenaza de despido, forzando a muchos compañeros en grandes ciudades a jornadas maratonianas de hasta 14 horas diarias; las masivas renuncias de los Gestores de Cartera sólo se frenan con el chantaje de mandarte lo más lejos que permita el convenio y las nuevas incorporaciones duran hasta que se dan cuenta de que cobran más preparando pedidos en Mercadona que aquí soportando faltas de respeto y desprecios en las oficinas.
Tras años de carcoma hace falta mucho más que un gesto y mucho marketing para volver a 2009, hay que deshacer el camino andado y limpiar bien a fondo todas las galerías de la prisión. Absolutamente nada cambiará hasta que todos los mandos intermedios de la entidad estén al servicio de quien les da de comer: los trabajadores, y no respondan únicamente ante sus tarjetas de incentivos. Somos los trabajadores los que de verdad podemos hacer de esta una empresa a prueba de fugas y así poder dejar atrás estos 15 años en que no tuvimos líderes, tuvimos funcionarios de prisiones.
Salud