La edad media de la entidad sigue subiendo a tal velocidad que dentro de poco las oficinas pasarán a tener la consideración de centros de día para la 3ª edad. Tenemos a las generaciones de jóvenes más preparadas de la historia, pero, por lo que sea, ninguno de ellos quiere terminar ni con nosotros ni como nosotros.
En pocos años, el Gestor Premier será aquel trabajador “joven” que cuente entre 50 y 70 años y el Gestor Senior será todo trabajador que tenga entre 70 y 90 años.
Los Teams por la mañana, a mediodía y a última hora no serán para comprobar las ventas sino por si ha habido bajas.
Los objetivos serán hereditarios y pasarán a los hijos y de ahí a sus nietos hasta completar las ventas.
Una gran parte de la plantilla se encontrará en régimen de “falsos autónomos” porque no tendrán autonomía para moverse solos y necesitarán de andador o un asistente social para poder ir al baño.
Se cambiará el mobiliario de oficina por mesas camilla con mantel, tapete de ganchillo y brasero.
En Virtaula habrá formación voluntaria en “Arquitectura básica: Cómo mirar obras”
En las televisiones que cuelgan en las oficinas se pondrán reposiciones de Saber y Ganar.
MyBox se llamará MyPineBox porque de aquí solo se saldrá con los pies por delante.
Bromas aparte, este tema es muy serio, no existe relevo generacional en CaixaBank, las nuevas incorporaciones ven a trabajadores estresados y un modelo comercial insaciable que devora a personas a la misma velocidad que incrementa sus beneficios. Miles de compañeros se levantan cada día con la única ilusión de que se produzcan salidas, ya sean voluntarias e incentivadas o en forma de ERE.
En pocos años la media de edad de la entidad estará en edad de levantarse cada día pensando en salir, trabajadores que crecimos llamando al telefonillo atendiendo a clientes que crecieron con la televisión en blanco y negro viviendo en un eterno Cuéntame. Nadie debería de tomarse esto como una broma, nuestro futuro es una cosa muy seria aunque, sinceramente, en Caixabank, a nadie parece importarle.
