Llevamos semanas denunciando ante Relaciones Laborales que algunos técnicos de Recursos Humanos amenazan y coaccionan a la plantilla en oficinas. Estos “compañeros” se dedican a visitar y llamar diariamente a trabajadores para que se tecleen vacantes con horario HLS en Store aunque estos se resistan.
“No sabemos que hacer contigo”, “no hay sitio para ti”, “si no te tecleas una vacante tendremos que moverte de una oficina a otra hasta que lo hagas”, “tú sabrás lo que haces”, “no te vamos a dar una oficina con horario de convenio, tienes que teclearte una Store”
¿ Os suena?
¿ Sabéis que excusa nos pone la empresa para evitar actuar? Que somos el único sindicato que les ha informado de estas prácticas
¿ Somos los únicos a los que nos lo contáis en las visitas?, ¿somos los únicos que lo sufrimos con nuestros compañeros en nuestras oficinas?, ¿somos los únicos que consideramos esto acoso laboral?
Da la sensación de que la empresa ha “infiltrado” dentro de los sindicatos a delegados que son en realidad técnicos de RRHH, delegados que recomiendan a los compañeros que no resistan, que no hagan ejercer sus derechos y que se tecleen vacantes para no entrar en conflicto con la empresa.
Estos falsos delegados, técnicos de RRHH encubiertos, recomiendan a compañeros que perjudiquen su vida personal y familiar, que se tecleen carteras indeseadas, que sufran la presión comercial inherente a estos puestos, que perjudiquen su centro de asignación por teclearse voluntariamente una vacante indeseada, en definitiva, que le hagan el trabajo a RRHH sin oposición. ¿Pero que vergüenza es esta?
RECORDAD esto que jamás os dirán los infiltrados,
¡No os tecleéis vacantes indeseadas! Si RRHH tiene un mejor destino laboral para vosotros que os lo comuniquen por escrito y respetando las limitaciones establecidas en convenio.
Si vuestro técnico de RRHH te presiona para que te teclees una vacante escribe a tu sindicato, exígele que haga su trabajo y defienda tu derecho a elegir. Si no lo hace, desafíliate, no pagues a quien solo te quiere por tu dinero, no por tus derechos.
Recuerda que es totalmente legal grabar las conversaciones con tu técnico de RRHH o tu DAN para demostrar estas presiones y amenazas posteriormente en un tribunal.
Lo que se está dando en CaixaBank es una situación de acoso laboral y patronal en el que se toleran amenazas y presiones y casi todos los sindicatos hacen la vista gorda porque en CaixaBank, siempre se ha hecho así.
Sin régimen sancionador para mandos intermedios, sin expedientes disciplinarios y despidos para las malas prácticas empresariales, sin repercusiones para los verdugos, no habrá paz para la plantilla. Mientras los que negocien estas condiciones se tiren el mes de agosto entero en Cádiz con horas sindicales, cobren variable sin necesidad de estar en oficinas, cobren las tardes sin necesidad de trabajar las tardes, en definitiva, mientras ellos no sufran el día a día como lo sufres tú, nada va a cambiar.
Quizás entonces, cuando reclamemos las malas artes con las que se presiona a la plantilla, la empresa no pueda esgrimir que somos los únicos que estamos dando la cara por vosotros.
El sindicalismo no solo se hace en los SIMAs, en los tribunales perdiendo juicios o en las mesas de negociación con catering y medias dietas, ni regalando alfombrillas para el ratón o chorizo pocho en navidad, el sindicalismo se hace en las oficinas, poniéndote en la situación incómoda de confrontar con la empresa y defender los derechos de la plantilla, no hacerles el trabajo para poder seguir viviendo cómodamente sin pisar una oficina.
El sindicalismo planteado como fin en sí mismo es la muerte del sindicalismo. Y en CaixaBank está herido de muerte, en la mayoría de los sindicatos hay más directores, subdirectores y técnicos de recursos humanos frustrados viviendo de vuestros votos que sindicalistas.
Y la verdad es que sin tardes, sin presión, sin objetivos, sin ventas, sin buenos días comercial, sin necesidad de dar la cara por nadie más que por sí mismos, es mucho más fácil hacer sindicalismo, ¿no?. Pero es que, hasta que llegó CGT, en CaixaBank siempre se había hecho así.

