Recientemente se ha abierto la ventana para poder completar la Encuesta Global de Compromiso 2017. Las personas que trabajamos en el Grupo Santander tenemos, hasta el 6 de octubre, la oportunidad de expresar nuestra opinión acerca de cuestiones tan importantes como: motivación, reconocimiento, relación con superiores, conciliación, procesos, perspectivas de futuro…
Es por ello que, desde C·G·T os animamos a que participéis y contestéis, de forma sincera y sin miedo a las cuestiones que en ella se plantean.
Ya sabemos los problemas que hubo con la encuesta de compromiso 2016, para la que se celebraron reuniones en todas las territoriales y departamentos, instando a la plantilla a contestar de manera favorable a aquellas cuestiones donde Santander España siempre suspende. En lugar de reflexionar sobre cuáles eran los motivos, para tener esos malos resultados e implantar medidas de mejora, la solución que se le ocurrió al Banco fue utilizar la coacción como herramienta correctora.
Como no nos inventábamos nada, se lo hicimos saber a la Presidenta. Quien, nos consta, tomó cartas en el asunto.
Ojalá en esta ocasión no se vuelva a repetir ese error y reflejéis todo aquello que una y otra vez nos decís a los delegados y delegadas de C·G·T en nuestras visitas y habléis de la sobrecarga de trabajo, la falta de personal, la desmedida presión comercial, la falta de medios, el desamparo que sentís al no saber a quién acudir cuando tenéis un problema, el abandono por parte de RRHH, las prolongaciones de jornada impuestas y no pagadas, vuestro descontento con cómo se está llevando a cabo el proceso de formación MiFID II, el miedo, la incertidumbre…
Para que todo el mundo tenga claro cómo tiene que transcurrir este proceso que ahora se inicia, reproducimos las palabras de Ana Botín, dirigidas a la plantilla: “La encuesta la lleva a cabo una empresa externa que nos garantiza el anonimato total de los participantes, con el fin de asegurarnos que nos podéis decir lo que pensáis con total confianza y transparencia y sin ningún tipo de presión o influencia.”
Es por ello que, si detectáis que alguien se desvía de ese camino, poneros en contacto y volveremos a actuar en favor de la libertad de expresión. Si todos y todas hablamos, no tendrán más remedio que escuchar y sobre todo corregir las deficiencias comunicadas. De lo contrario, quedaría de manifiesto: la inutilidad de la encuesta y el fraude a su espíritu.