Los datos del Banco de España evidencian la realidad que vivimos en el sector: el número de entidades bancarias se ha reducido un 44 % desde 2007, el número de oficinas un 37 % y el número de empleados y empleadas un 31 %. Pese a estar impulsado por las autoridades europeas, este ajuste no se está viviendo con la misma intensidad en el resto de paises miembros de la CE.
En nuestro país, hemos pasado de 60 a 18 bancos en los últimos años, manteniéndose en la actualidad cerca de 200 instituciones financieras con aprox. 28 mil oficinas y una plantilla aprox. de 190 mil personas. Mientras tanto, en Alemania se mantienen cerca de 1700 (principalmente cajas de ahorro), con 35 mil oficinas y número de plantilla cercana a las 650 mil personas; en Francia nos encontramos con más de 450 instituciones financieras, más de 37 mil oficinas y más de 400 mil trabajadore/as en el sector. Esto es así ya que en estos paises se entiende que las concentraciones bancarias suponen un grave riesgo para la economía del pais, eliminan competencia y perjudican a sus clientes. Por poner otro ejemplo de potencia económica mundial, en EEUU hay mas de 6000 mil bancos y no se están produciendo concentraciones bancarias, ya que entienden que son soluciones rápidas para mantenerse ante los problemas actuales, pero que generan estructuras pesadas y rigidas a largo plazo que pueden generar mayores problemas para la estabilidad financiera.
En España hay un empleado o empleada de banca por cada 249 habitantes (esta escasez de plantilla, junto a la desorbitada presión comercial, provoca las incontables prolongaciones de jornada ilegales que se producen al no poder atender la carga de trabajo dentro de nuestra jornada laboral). En Alemania, sin embargo, hay un trabajador o trabajadora bancaria por cada 132, contando con 1702 entidades debido a que no se ha producido ningún proceso de consolidación similar al vivido en el estado español. En Francia hay 167 personas por trabajador/a, Reino Unido 170 e Italia 205.
Esta reconversión del sector de banca español está generando una situación de oligopolio, provocando una mayúscula pérdida de puestos de trabajo, deteriorando el servicio a la clientela ante la eliminación de competencia y la exclusión financiera de una parte de la población. En contrapartida los grandes bancos españoles están dando los mejores resultados de su historia (han ganado en los nueve primeros meses del año 11.339 millones de euros, un 15 % más que en el mismo periodo de 2016).
El futuro, a corto plazo, augura un incremento en la reconversión del sector. Los nuevos requerimientos de solvencia que se esperan para 2018 provocarán la eliminación de las entidades bancarias más pequeñas, que son obligadas a financiarse a unos precios muy superiores en comparación a los pagados por los grandes bancos. El incumplimiento de estas medidas de solvencia, provocará nuevas fusiones, adquisiciones e intervenciones que fortalecerán el OLIGOPOLIO FINANCIERO ESPAÑOL.
La alternativa a esta situación pasa, en nuestra opinión, por una banca de tamaño medio que reconstruya su reputación con un importante foco ético, al servicio del consumidor, con importantes mejoras en la protección y ofertas a sus clientes, competitiva, y generadora de empleo de calidad.
CGT hace un llamamiento a los sindicatos más representativos del sector para cambiar de rumbo y enfrentarnos conjuntamente a los planes descritos, movilizando a las plantillas afectadas contra la situación que vivimos e impulsando otra banca distinta, más acorde con los intereses de sus clientes y de los y las trabajadoras que participamos en ella.