La salida, esa es la palabra. Todo parece ya ir encaminado hacia ese momento, ese lugar…ese final. La salida de la negociación, la salida de muchos compañeros y compañeras de la entidad, la salida hacia el final de la lucha obrera y, en definitiva, el remate en nuestro sector de la principal reivindicación del movimiento sindical que no es otro que la conservación y mantenimiento de los puestos de trabajo.
Como ya anticipábamos todos, en la reunión de ayer el banco ha rebajado sus pretensiones o dicho de otra manera, camina ya hacia la confluencia y coincidencia con otros actores de la mesa que entienden que sobran puestos de trabajo en los SS.CC. de ambas entidades. Asumiendo esa premisa, lo que queda es ponerle nombre y precio a la botella
El nombre que han puesto en la etiqueta, de momento es “1.200 personas a la calle”. El precio varía según la solera, aunque si es verdad que han subido el precio debido a la calidad del producto que ponen a la venta. Como se presupone a más años en barrica mayor precio saliendo el vino más joven, tremendamente asequible.
De momento, sólo sacan esa partida a la venta pero ya, de forma indirecta, nos han avisado que siguen teniendo excedente de producción y que posiblemente el próximo año haya que sacar más al mercado, ya veremos si a los mismos precios.
Nos queda sólo la última puja en esta subasta, que presumimos la veremos en la siguiente reunión del día 4 de diciembre. Pudiera ser que subiera un poco más ese precio. Como siempre es cuestión de mercado.
CGT seguimos rechazando todo este proceso, su significación, su justificación y su necesidad. A la postre, y a fecha de ayer más de 500 empleados menores de 55 años se verán ante la difícil elección de optar entre acogerse al paquete indemnizatorio que ofrece la empresa y un futuro laboral incierto que seguro tendrá su influencia en su vida personal y familiar o defender su puesto de trabajo y su modelo de vida actual.
Sobre la oferta a los mayores de 55 años, la desmotivación y falta de ganas a causa de las actuales condiciones de trabajo que imperan en ambas entidades, seguro que facilitará la elección de muchos. De eso se valen.
Luego están a los que cambian de piso: mismos muebles, mismo ajuar pero peores calidades de construcción. Un realojo en toda regla para todos aquellos compañeros y compañeras a los que van a movilizar a empresas del Grupo o Factorías.
De cualquier manera, a nosotros no nos van a cambiar el discurso. CGT tiene el derecho y sobre todo, el deber, de defender el trabajo y a los trabajadores porque, no olvidemos, la ambición de las empresas es con menos empleados tener mayores ganancias. Esa lógica nos lleva a todos, antes o después, a la cola del paro.
Reflexionemos sobre ello, se lo debemos a quienes vengan detrás.
Salud
