Siguiendo el guion previsto por su autor (Dirección de WiZink) y sus cómplices (CCOO y UGT) el despido colectivo ha entrado en su fase de ejecución, y en estos días son muchas decenas los compañeros que están siendo llamados al Departamento de RRHH, donde les comunican la fecha aproximada, pero cercana, en la que van a causar baja en WiZink Bank o WiZink Gestión. “Despidos en diferido”. Despidos sí o sí, en los que la voluntad del trabajador no cuenta para nada.
Las explicaciones que allí están recibiendo esos compañeros no pueden ser más surrealistas, toda vez que no les pueden explicar y detallar por qué han resultado afectados de forma diferente a otros trabajadores que no han sido incluidos, y por qué aplican los diversos criterios de forma diferente para justificar cada caso. Por tanto, son despidos selectivos.
Y es que al final, los hechos dejan en evidencia a los embusteros.
CCOO y UGT deberían explicar ahora a estos trabajadores donde está la voluntariedad que les prometían no vulnerar. Deberían decírselo a la cara el día que les den la carta de despido, despido del que también son responsables, pues tiene origen en un acuerdo que lleva su firma.
Toda una aberración, antinatural, ….. ¡¡¡ sindicatos firmando despidos !!!.
La excusa del mal menor (para los demás, ellos siempre se libran) en la que siempre pretenden justificar su firma, no tiene soporte alguno, pues en este caso de Wizink el daño que consienten es un mal mayor, el mayor de todos, como es permitir a la empresa total libertad para decidir, a dedo, quien se va o quien se queda.
Todo un abuso, una cacería laboral, ante la que el empleado queda en total indefensión.
Esta forma de actuar de CCOO y UGT, que favorece a la empresa ante el trabajador, no es casual, pues en el ámbito laboral nadie regala nada. Dos son los motivos constatables que les lleva a comportarse así en WiZink.
El primero es la relación de clientelismo y de corrupción sindical que procede de su etapa en Citibank, donde percibieron altas sumas de dinero, prebendas escandalosas para sus dirigentes, y la preferencia para mantener sus empleos. Una interdependencia mutua de la que ya no pueden desprenderse, y que mantienen como soporte de las relaciones laborales en esta entidad.
Y la segunda, es el beneficio personal que obtienen sus delegados.
A cambio de prestarse para suscribir todo lo que la empresa les propone, ésta les corresponde librándoles de lo perjudicial que firman. Así, son continuos en el tiempo los acuerdos de despidos que han firmado: uno cierre de Citiconsulting, dos de restructuración y otro de cierre en Citifin, otra restructuración y otro ERE más en Citibank, donde delegados suyos conservan su empleo o les pasan por la puerta de atrás a otra empresa del grupo. De negar esta evidencia haremos uso de la hemeroteca, ese incómodo testigo que nunca desaparece, donde figuran sus nombres.
Por último en WiZink Bank y en WiZink Gestión, donde a petición suya, la empresa no ha accedido a facilitar la lista de los afectados (irregularidad entre otras que hemos denunciado), y que no nos han proporcionado hasta bien avanzado el día de ayer. De esta forma, la empresa y esos sindicatos han evitado cualquier tipo de control en la aplicación del ERE, pudiendo manipular a su gusto.
Ahora, la dirección de WiZink, CCOO y UGT tendrán la hipocresía de felicitarnos las Navidades.
CGT, el sindicato diferente
que lucha y no trafica con el empleo.
Afíliate!!!