Desde CGT, sindicato con la condición de más representativo en BBVA, ante las noticias aparecidas en los medios, en especial la de que la Fiscalía Anticorrupción ha imputado a BBVA como persona jurídica, acusándola de delitos de cohecho, descubrimiento y revelación de secretos y corrupción en los negocios, queremos trasladar a la plantilla lo siguiente:
- Criticamos la tardanza en las conclusiones de la investigación interna encargada por la anterior Presidencia en relación a los pagos al Grupo Cenyt durante 13 años, cuyo titular era el excomisario Villarejo, así como la ausencia de información a la plantilla y a sus representantes sindicales. Creemos que están en la obligación de tranquilizarnos, más aún cuando ya existen ocho directivos imputados, uno de ellos forzado a dimitir de Distrito Castellana Norte (empresa participada en un 75% por BBVA) y que probablemente solicitará el reingreso en la entidad.
- La previsible defensa del propio BBVA sobre que los hechos presuntamente delictivos fueron cosa de una o unas personas concretas por beneficio personal y BBVA es el perjudicado resulta una muestra evidente de la nefasta cultura directiva en BBVA desde hace ya demasiado tiempo.
- La política de la presión hacia abajo, trasladando que nada es suficiente y siempre se quiere más sin proporcionalidad alguna, se acompaña de un escalafón basado en la sumisión, en la pertenencia a la cúpula y sus escandalosos e inmorales beneficios, obviando los méritos y premiando el peloteo, sin cuestionar lo que quiere el peldaño inmediatamente superior. Defenderse de algo tan grave diciendo que nadie sabía nada y que todo era en beneficio personal es descubrir que nadie quiere saber, nadie en la cúpula se equivoca y que nadie «de arriba» debe ser cuestionado.
- Es paradójico –y rechazable- mantener este discurso cuando tenemos conocimiento por la Prensa de que se mantienen algunos -y escandalosos- privilegios del anterior Presidente (dimitido en marzo de este mismo año) mientras se incumplen compromisos y acuerdos que beneficiarían a la plantilla (actualización de las aportaciones al Fondo de Pensiones, ayuda a personas con hijos discapacitados,…) y se rechazan otras reivindicaciones absolutamente lógicas (actualización de las ayudas vivienda, de la ayuda alimentaria o del kilometraje) por no hablar de los recortes de gastos en determinadas tareas (limpieza de las oficinas, reparto de la valija,…).
- Esta Dirección se mantiene en el “No a todo” a su plantilla porque todo cuesta dinero, pero los directivos imputados gozan de un buen seguro contratado por BBVA (recordamos, a modo de ejemplo, que CGT ha propuesto formalmente en dos ocasiones la contratación de un Seguro de Responsabilidad Civil y Penal para sus Fuerzas de Venta por ejercer correctamente su labor en la comercialización de productos siguiendo las instrucciones recibidas, con respuesta negativa de la entidad, a pesar de que competidores suyos lo han hecho).
- También nos preocupan las noticias en torno al espionaje a “grupos hostiles” en la Junta de Accionistas 2017 (Ante la citada Junta de Accionistas logramos una única intervención unitaria de, al menos, los cuatro sindicatos de ámbito estatal con discurso exclusivo sobre despidos, por lo que sospechamos que podemos ser uno de los sindicatos espiados). Exigimos saber a quiénes en concreto. Sería muy preocupante si nuestra organización fuera uno de ellos tras los 14 despidos Engagement en 2016 contra los que nos movilizamos en dos ocasiones con el resto de sindicatos y alguna más en defensa de nuestras afiliadas, ofreciendo a los demás hacer lo propio.
Desde CGT estamos valorando presentarnos como Acusación particular en este proceso, por todo el daño y descrédito que la nefasta gestión anterior ha ocasionado a la plantilla, que somos quienes tenemos que defender a BBVA desde nuestro puesto de trabajo y, si encima no contratamos porque la clientela de BBVA echa pestes de tanta corruptela, nos meten en Seguimiento. ¿A quién hay que seguir, Sres. del BBVA?
Queremos recomendar tranquilidad a las trabajadoras y trabajadores a quienes representamos, cosa que BBVA no hace.
Por último, esperamos coincidir con el resto de sin- dicatos en la exigencia de transparencia y en que la plantilla debe ser tranquilizada desde la Dirección, puesto que las trabajadoras y trabajadores, no solo los Directivos, somos con nuestro trabajo diario quienes garantizamos la buena marcha del negocio, rehuyendo la guerra por unos sobresueldos desorbitados que son la base del «todo vale» que practica la clase directiva BBVA y que, en lugar de informar y tranquilizar a la plantilla, no lanzan más que mensajes en la Intranet del Día de los Valores (Value´s Day). Nos preguntamos: ¿Qué Valores nos quedan?
