Después de la firma del ERE en Indra Sistemas del 2015, varias personas acudieron a CGT para denunciar presiones y amenazas con el objetivo que aceptasen cambios en sus condiciones laborales, principalmente una reducción salarial del 30% y cambios de empresa. A raíz de estos hechos, CGT se puso en contacto con la empresa con el objetivo de validar la idoneidad de dichos cambios.
Ante la negativa por parte de la empresa de facilitar la información, en mayo de 2017 CGT, junto con el comité de empresa del centro de Barcelona de Roc Boronat, interpuso una demanda a Indra Sistemas y a los firmantes del ERE (CCOO, UGT, USO y STC). El motivo de la demanda era reclamar que se declarara vulnerado el derecho a la libertad sindical, ordenando el cese inmediato del comportamiento por parte de Indra, consistente en no entregar la documentación requerida por CGT y una indemnización por daños y perjuicios.
Como es público, los firmantes del ERE de 2015 acordaron con la empresa la creación de una comisión de seguimientos de la aplicación del mismo. En este acuerdo se garantizaba a dichos firmantes la información necesaria para poder validar que no se cometieran errores o vulneraciones del acuerdo firmado. Información de la que se ha privado a CGT y Cobas, únicos sindicatos presentes en la negociación que no firmaron el acuerdo. Esta situación ha limitado el papel fiscalizador de los sindicatos, traducido en la práctica en que el desarrollo de las medidas alternativas a las extinciones, como movilidad funcional, modificación de las condiciones, reducciones de salario o recolocación en empresas del grupo Indra, puedan haberse efectuado al margen del control de los comités y de CGT.
Recientemente el juzgado de lo Social nº 02 de Barcelona ha fallado a nuestro favor, condenando a Indra Sistemas al cese inmediato de la conducta vulneradora, a entregar la documentación interesada y a indemnizar a la parte demandante por los perjuicios derivados de la vulneración de su derecho a la libertad sindical. Aunque cabe recurso, esta sentencia demuestra varias cosas; que era falso cuando los firmantes nos dijeron que era obligatorio firmar el ERE para poder controlar su aplicación y que la empresa ha puesto mucho empeño en privar de información a CGT y Cobas pero no al resto de sindicatos.
Ante todo el trabajo que hemos realizado, la empresa ha respondido en forma de traslados, desasignaciones y discriminaciones hacia todas aquellas personas que están luchando por defender los derechos de todos los trabajadores. Personas que han sido respaldadas y apoyadas por el sindicato. Es por ello que más allá de batallar en este sistema legal, más allá de las estructuras de representación que nos han impuesto, lo importante es que estemos bien informados y organizados. Con todos sus defectos, con todas sus carencias, la mejor herramienta actual de empoderamiento del trabajador es militar en un sindicato combativo y de clase. Es por ello que para CGT es más importante que os afiléis, os informéis y participéis en la toma de decisiones del sindicato, que nos votéis cada cuatro años y penséis que los problemas van a desaparecer por arte de magia.