El teletrabajo disparó durante el confinamiento el fraude laboral y tributario de las horas extraordinarias no pagadas: la última EPA (Encuesta de Población Activa) revela cómo en el segundo trimestre de este año, que discurrió entre la fase más dura del confinamiento y el regreso a la llamada ‘nueva normalidad’, los asalariados españoles llegaron a trabajar gratis 3.798.700 horas semanales (49,38 millones de abril a junio) de más, sin recibir a cambio ninguna remuneración.
El fraude, que supera los 14.000 millones de euros para las arcas públicas al cabo del año, tiene tres víctimas principales: el propio trabajador, que no llega a recibir la remuneración que le correspondería por su trabajo, y la Seguridad Social y la Agencia Tributaria, que se quedan sin ingresar las cotizaciones y los tributos derivados de esa actividad.
Eso, según se calcule la jornada semanal a 35 o a 40 horas (la media de 2019 fue de 37), equivale a una horquilla de 94.967 a 108.534 empleos. Y se dio en unos meses en los que llegó a haber más de tres millones de trabajadores por cuenta ajena ‘hibernados’ en ERTE de los que faltan por salir más de un millón.