Por sorpresa y sin la suficiente antelación, el pasado lunes la Dirección de JLL Valoraciones nos ha comunicado que ha procedido a la venta del núcleo productivo de Valoraciones ECO (hipotecario), a la sociedad de tasación AT Valor, operación ya aprobada por el Banco de España. Es decir, que vende la mercantil JLL Valoraciones desgajando previamente el núcleo de Valoraciones Corporativas e Inversiones (Rics), que vuelven a formar parte de la matriz JLL España.
Siete años ha durado esta aventura fallida de integración de la antigua Tasaciones Hipotecarias dentro de la multinacional norteamericana, que desde el minuto uno ha contado con clamorosos errores de gestión y dirección. Fue solo a partir de finales de 2019 (cinco años después de su adquisición a BNP Paribas RE) cuando verdaderamente se hizo un análisis riguroso de las problemáticas que aquejaban a nuestra empresa, aportando determinadas correcciones organizativas para una mayor eficiencia, que vino acompañada de una tímida captación de negocio y que nos permitió mejorar sensiblemente. Y todo ello en un año duro y difícil, con la irrupción de la pandemia del Covid, donde todo ha salido adelante gracias al esfuerzo personal de la plantilla, puesto que jamás se invirtió en medios. Una plantilla incluso sometida a presiones que la obligaba a prolongaciones de jornada. Pues bien, ahora ya sabemos que todo formaba parte de una premeditada operación de maquillaje puesta en marcha hace mucho tiempo, que hiciera más atractiva la venta de la Empresa. Es decir, NOS ENGAÑARON con falsas expectativas de una supuesta intención de sacar adelante un negocio en el que probablemente nunca creyeron, y que salvo esta última etapa, nunca entendieron. Pero claro, había que ocultar las nefastas decisiones tomadas desde un principio, empezando por poner al frente a un director que desconocía por completo el negocio, y lo primero que hizo fue cargarse la prestigiosa marca Tasaciones Hipotecarias, algo que siete años después, parece que se va a remediar. A continuación se prosiguió con rumbo errático, con proyectos millonarios fallidos, y mientras los responsables de semejantes despropósitos eran puestos a buen recaudo (JLL cuida de los suyos), las personas trabajadoras, que no tenemos culpa de nada, hemos sido arrojados a los desperdicios. Eso sí, después de haber sufrido un ERTE, alterando vacaciones voluntariamente, disfrutándolas en confinamiento y reduciendo salario y jornada también de forma voluntaria. Es decir, habiendo realizado grandes sacrificios que ahora ya vemos como nos los pagan. Además, durante todo ese tiempo, hemos seguido padeciendo las ridículas burocracias implantadas en la Compañía, haciéndonos perder el tiempo en cuestiones que si ya de por sí muchas de ellas no tienen ningún sentido, ahora menos sabiendo lo que nos esperaba, dilatando el engaño de una manera premeditada, inaceptable y de mal gusto.
Nos han hablado de transparencia, cuando toda la operación se ha estado llevando de forma oculta desde hace meses, y encima ahora, pretenden realizar un cambio de esta importancia casi de un día para otro, lo que no garantiza una adecuada transición, que nos puede generar serios problemas operativos, repercutiendo también en nuestros clientes que tanto tiempo han confiado en nosotros (T.H.).
También nos han dicho, que esta es la mejor opción para la plantilla, algo de desde luego está por ver, teniendo en cuenta además que no nos han dado otra opción ni posibilidad de participación y opinión. Lo que sí está claro es que es la mejor para JLL ante su incapacidad de llevar el negocio y que esto no le suponga un mayor coste económico. Por eso, esta operación nos recuerda a las de ciertas entidades que fueron vendidas por un €uro a otras de la competencia y finalmente resueltas con despidos.
Hasta ayer por la tarde, esta Sección Sindical no recibió respuesta a la solicitud de reunión con los responsables de JLL, que previsiblemente tendrá lugar hoy viernes, quedando pendiente la también solicitada al equipo directivo de AT Valor. Existen aún muchas incógnitas que afectan a los trabajadores, con el agravante de que deberíamos haber sido informados con carácter previo y con la debida antelación a este proceso de transición, impidiendo y por tanto vulnerando nuestro derecho de consulta y participación según establece la Ley, sobre lo que ya estamos estudiando posibles acciones legales.
Ahora entramos en una nueva etapa (ya van unas cuantas) y seguiremos luchando por salir adelante, como hemos hecho siempre, aunque nos tememos que no será nada fácil.
Os seguiremos informando
