Ayer, 25 de abril, se celebró la primera reunión de la mesa de negociación tras la huelga sectorial llevada a cabo del pasado 22 de marzo. Una huelga que, dada la posición mostrada por la patronal AEB, les ha debido hacer reflexionar, hasta el punto, aunque parezca contradictorio, de plantear curiosamente la menor de las propuestas de subida efectuadas hasta la fecha, queriendo con ello minimizar el impacto que ha supuesto el éxito de la huelga. Una propuesta consistente en elevar únicamente un 0,5% acumulado en 4 años, pasando del 10% ofertado hasta la fecha, al 10,50%.
Igualmente se ha vuelto a manifestar contraria a cualquier modificación del artículo 5, de compensación y absorción, que evite que las retribuciones de las personas que tienen sus salarios complementados con conceptos extraconvenio, no se vean de facto, por su aplicación indiscriminada en los bancos, congeladas en el tiempo.
Desde CGT hemos vuelto a incidir, y esto ya parece el día de la marmota, en que el momento que vive actualmente el sector financiero, donde los beneficios milmillonarios llenan las carteras de la alta dirección y del accionariado, debe servir para firmar un convenio colectivo que permita a las plantillas del sector recuperar el poder adquisitivo perdido en los últimos años e incrementarlo en los venideros. Y por esta razón vamos a seguir defendiendo nuestra plataforma reivindicativa en materia salarial, consistente en el abono de una paga que compense lo perdido en los últimos 5 años y una subida anual del IPC+1 con un suelo del 5% calculada con una fórmula, que de como resultado la reducción progresiva existente entre las retribuciones que cobran los distintos niveles profesionales, en un momento donde las funciones que realizan son en muchos casos las mismas. Hecho este que genera la anomalía, dejando al margen la antigüedad, de que a igual trabajo se cobre de manera muy dispar.
La próxima reunión será el 8 de mayo y en ella, la patronal bancaria, volverá a efectuar una nueva propuesta de subida salarial. Una propuesta que seguirá siendo claramente insuficiente, tratando de que el tiempo vaya pasando para desligar su propuesta final del éxito de participación de la plantilla en la huelga del 22 de marzo. Lo que evidencia que la movilización vale, y mucho.
