El Banco Santander quiere imponer UNILATERALMENTE un cambio de horario que arrastraría a toda la banca hacia jornadas interminables. Los trabajadores y trabajadoras reducirían su vida personal y familiar a 3 horas diarias. Una agresión que afectará fundamentalmente a las mujeres, ya que siguen siendo quienes se hacen cargo, de manera mayoritaria, de los cuidados y por tanto quienes se verán obligadas a reducir su jornada con la consiguiente pérdida de sueldo y aumento de su situación de vulnerabilidad.
Con actuaciones como esta dejan claro que su eslogan de Banco Sencillo, Personal y Justo es sólo una campaña de marketing dirigida a ganar más y más a costa de client@s y emplead@s. No olvidemos que los 6.619 millones de beneficios del 2017 los han generado personas que tienen y quieren vida … ¿dónde está el límite de la avaricia?