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El robo de la banca a las personas más débiles económicamente

Muchas personas de este país tienen una cuenta abierta en un banco o caja de ahorros por obligación, no tienen su escaso dinero en el banco porque les apetezca, por el capricho de un momento de fantasía o por presumir de tener cuenta bancaria.

El mecanismo del cobro de pensiones y de otras prestaciones del Estado hace tiempo que se realiza a través de la banca y esta, conocedora de su situación de privilegio, impone cláusulas abusivas a quienes llama sus clientes. Clientes que el Estado le ha servido en bandeja o mejor dicho los ha hecho clientes de la banca a la fuerza, sin protegerles de la rapiña que estas corporaciones hacen sobre ellos una vez que han caído en su red.

A lo largo del mes de enero y de febrero todas las personas que cobran una pensión o prestación social del Estado han recibido una carta, del banco o caja en el cual tienen abierta una cuenta corriente, indicándoles cuáles son las comisiones que les van a cobrar por tener esa cuenta a lo largo de 2021. Les dan un plazo de tiempo para que muestren su disconformidad, pero en realidad aunque muestren su disconformidad da igual porque las comisiones se las van a cobrar sí o sí.

Las cartas están redactadas con un lenguaje poco claro pero al mismo tiempo contundente y en esto se parecen todas las empresas bancarias. Al final vienen a decirle a su clientela forzada que le van a cobrar una comisión en concepto de mantener su cuenta. Ahora bien, si el Estado o una empresa te ingresa menos de una determinada cantidad, mensualmente esa comisión se ve duplicada como mínimo. Las personas con empleos precarios también se ven afectadas.

Tomemos como referencia una entidad concreta, sin citarla ya que nos pueden denunciar, que comunica a la persona titular de la cuenta corriente que si le ingresan más de 600 € mensuales la comisión anual que le aplicarán será de 60 € anuales, cobrándole 15 € trimestralmente, es decir 5 € mensuales.

Ahora bien, si sus ingresos no llegan a los 600 € mensuales la comisión que le aplicarán será de 120 € anuales, cobrándole 30 € trimestralmente, es decir 10 € mensuales.

Hay entidades bancarias que cobran bastante más de los 120 € anuales por gestionar cuentas corrientes.

Supongamos que a una persona le ingresa el Estado o la empresa en la que la explotan 500 € mensuales. Si su entidad bancaria le aplica una comisión de 10 € mensuales, se está quedando con el 2% del ingreso de esa persona. Y esto por comerciar con su dinero desde que lo ingresan hasta que van a retirarlo.

Algunas entidades bancarias han empezado a ofrecer cuentas on line, sin cobrar ningún tipo de comisión, y lo hacen porque han visto que perdían a las personas jóvenes que tienen sus cuentas en bancos extranjeros o internacionales para que en nuestro país no les cobren comisiones abusivas.

Parémonos a pensar cuántas personas mayores y más en las zonas rurales, la España vaciada, tienen acceso a internet o saben manejar una cuenta online.

A mí me salen muchos miles de personas y esto me lleva a pensar que un porcentaje alto de esos pingües beneficios de las entidades bancarias son producto del robo sistemático a las personas más débiles, desfavorecidas, pobres… en definitiva, a quienes tienen menos habilidades personales para poder luchar contra las prácticas abusivas de las entidades bancarias.

Y esto ocurre con el visto bueno del gobierno de turno, da igual que sea el gobierno que se autodenomina progresista, como el actual, que un gobierno que denominamos reaccionario. Los gobiernos con la banca y con otros entes poderosos hacen la vista gorda porque ya es sabido que en todas las instituciones del Estado hay personas que miran para otro lado, si de los poderosos se trata, y hay quienes simple y llanamente son “sangre gorda” (1).

Afortunadamente no van a volver los tiempos en que los habilitados iban a pagar al funcionariado en mano, se pasaba por caja en las empresas y las pensiones las pagaba, al menos en los pueblos pequeños, un funcionario de la CNS (Central Nacional Sindical) y que los vejetes normalmente le daban propina, es decir, otra forma de comisión. Este parece ser un país de comisionistas desde tiempos remotos.

La banca ofrece varios tipos de cuentas en función del nivel de ingresos y del dinero que tengamos depositado en el banco. Las personas a las que me refiero, lo más frecuente es que tengan una cuenta corriente que sirve para gestionar nuestro dinero, ya sea, por ventanilla o a través de cajeros. Estas cuentas no están remuneradas, no nos generan ningún tipo de interés por tener en ellas nuestro dinero, pero si nos cargan comisiones y otro tipo de gastos por operar con ellas.

También podemos tener una cuenta nómina exenta de comisiones, pago de pensiones y de nóminas pero, en los casos a los que nos referimos, las nóminas son tan raquíticas y las pensiones tan escuálidas que les aplican todas las comisiones habidas y por haber.

Las comisiones van más allá del mantenimiento de la cuenta. Nos pueden cobrar por muchos otros conceptos:

– Entre 1’50 y 3 € por hacer un ingreso en ventanilla.

– Por apunte en cuenta. Aunque entra dentro de la comisión por mantenimiento te la pueden cobrar también si no estamos ojo avizor.

– Por disponer de efectivo en otra oficina del mismo banco distinta a la que tienes la cuenta.

– Por hacer una transferencia a otra cuenta.

– En algunos casos por domiciliación de recibos.

– Aunque no es legal por hacer pagos a la administración: Seguridad Social, Hacienda, Diputaciones, Ayuntamientos… (estos pagos están exentos por ley pero si alguno de estos organismos te reclama una cantidad entonces te cobran comisión).

– Emisión de tarjetas de débito o de crédito.

– Por ingreso de cheques.

– Por uso de cajeros que no son de la entidad.

– Por tener la cuenta al descubierto, es decir, si pagan un recibo o factura y la cuenta se queda en números rojos, durante las horas o días que la cuenta esté en números rojos te aplican unos intereses desorbitados.

Cuando los ingresos son pequeños, las comisiones y las variadas mordidas que establecen las entidades bancarias, sin ningún control por parte del gobierno, hace que un porcentaje de esos ingresos sean para la banca.

La banca siempre gana, como se dice en algunos juegos de azar, con la diferencia de que aquí es el gobierno quien te obliga a jugar.

Otro problema añadido es la imposición de horarios tanto para pagar recibos como para hacer ingresos.

De forma arbitraria, las entidades deciden de qué hora a qué hora puedes hacer un ingreso en tu cuenta y nos encontramos que ese día ya no se puede hacer el ingreso porque han fijado que es de, pongamos por caso, 10 a 12,30 horas, y si ese día se queda la cuenta al descubierto pues a cobrar intereses y, claro, los días no laborables también cuentan. Si no has podido ingresar el viernes te cobraran intereses del sábado y domingo y si hay algún día festivo a continuación del domingo los intereses corren igual. Y la culpa de que la cuenta la tengas al descubierto es por los horarios que nos imponen de forma arbitraria y unilateral. Y ahí tenemos a la persona mayor yendo una y otra vez a la oficina bancaria aunque apenas pueda moverse.

La banca está pensada para prestar un servicio de tipo comercial en grandes poblaciones y para una cohorte de población que tiene acceso a internet y además sabe manejar esta tecnología.

De los más de ocho mil municipios que hay en nuestro país, sin contar las entidades municipales menores (aldeas, barriadas, urbanizaciones…) hay muchos que no tienen oficina de ninguna entidad bancaria y, en el caso de que la tengan, carecen de cajero automático.

Por otro lado, al haber solo una entidad bancaria en la localidad no se puede elegir otra entidad que ofrezca mejores condiciones.

Para aquellas personas defensoras a ultranza del libre mercado, en estos casos, la ley de la oferta y la demanda está desaparecida, no se cumple.

Los servicios bancarios están sin regular en nuestro país y va siendo hora de que se regulen para evitar los abusos que se producen desde una situación de predominancia y de poder hacia las y los consumidores de estos servicios. Abusos que son más lacerantes cuando se comenten hacia las personas más desfavorecidas.

Ha llegado la hora de que exijamos al gobierno que se regulen las comisiones y otras mordidas bancarias y la relación de la banca con las personas usuarias y, muy especialmente, con esas personas que el gobierno ha obligado a tener una cuenta corriente.

Es urgente que se produzca esa regularización, desde el gobierno no pueden permanecer inánimes ante está problemática. No se puede estar haciendo brindis al sol y no acometer los problemas que tienen las personas más desfavorecidas permitiendo que la banca les quite sus escasos recursos de forma arbitraria y según los beneficios que estén dispuestos a conseguir.

Hoy por hoy, un porcentaje grande de los beneficios de la banca proceden del cobro de comisiones de mantenimiento de la cuenta y por otros conceptos como los que hemos señalado y según las fuentes que se consulten están entre el 20% y el 60% de esos beneficios según cada entidad. Los beneficios de la banca proceden en gran parte de los bolsillos de las personas pobres y esto es una injusticia y como tal un robo con la connivencia del gobierno. Es un escándalo.

Además de la regularización de los servicios bancarios es necesaria la existencia de una Banca Publica en España.

Tenemos que posicionarnos en la defensa de lo publico incluida la banca, porque los servicios públicos funcionan bien en contra de la idea que han extendido y que ha calado en distintos sectores de la sociedad, desde el neoliberalismo.

Los Linde, Roldan, Botín, Goirigolzarri, Torres, Azuaga, Gortazar y muchos más nos repiten hasta la saciedad que la banca pública no es viable e incluso afirman, mintiendo descaradamente, que la UE no permite la banca pública. Y los medios de comunicación les dan voz y lo repiten de forma cansina para que el mensaje cale en el pensamiento de las personas.

Si buscamos en internet podemos comprobar que la banca pública existe prácticamente en todos los países que forman la UE excepto en España. Alemania, Francia, Italia, Países Bajos, países nórdicos… e incluso Suiza tienen Banca Pública.

¿Han sido en España todos los gobiernos, desde que entramos en la UE, de tendencia neoliberal en lo económico para que aquí no haya una banca publica?

Recuerdo mi primera cuenta bancaria en la Caja Postal, correos, y lo traigo a colación porque a través de la red de correos se puede crear una banca pública, la infraestructura ya está, que preste un servicio a la ciudadanía y no mire a las personas más desfavorecidas como una de sus principales fuentes de lucro.

Señor Ministro de Consumo, ¿a qué espera para regular las comisiones bancarias y otras mordidas por sus servicios?

Señoras Ministras de Hacienda y Economía, ¿a qué esperan para crear una Banca Pública en España? Una Banca que ayude a las personas y a las pequeñas y medianas empresas a salir de la crisis sin practicar la usura. Una banca con el objetivo de prestar un servicio público a tantas y tantas personas de este país que están dentro de los niveles de pobreza o en riesgo de estarlo.

Señor Presidente del Gobierno de España, ¿a qué espera para poner un poco de racionalidad y socialdemocracia en la Banca y las finanzas de este país? Fíjese que le digo socialdemocracia porque en realidad no espero que su gobierno, ni ningún otro, aplique principios de economía socialista y menos de democracia directa en la gestión de la red pública.

Es necesario organizarnos y crear una asociación de personas perjudicadas por las comisiones abusivas de la banca para que organizadas podamos luchar contra estos abusos que se convierten en un robo.

(1) Sangre Gorda. Sainete de los hermanos Álvarez Quintero.

EL SALTO

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