Ya ha pasado el día D (de la concentración reclamando menos presiones, menos retos, más medios pero, sobre todo, de la cortina de humo para tapar la congelación salarial y la responsabilidad sindical en la deshumanización del puesto de trabajo ) y todo ha seguido el guion planeado…
Ya unos días antes, la empresa comunicó a las DT que cesaran durante un tiempo a las presiones para acallar el ruido, lo que viene a dar la razón a CGT que siempre pensó que esto ha sido y siempre fue un lavado de cara entre empresa, SECB, CCOO y UGT en su ardua tarea de taparse conjuntamente los errores y las vergüenzas ( Y la homologación de condiciones )
La semana que viene nos despediremos de más de 1.000 compañeros que salen de la empresa el día 28, y no hace falta ser un pitoniso de tarot y bola de cristal para saber que esto no hará sino agravar la actual situación de sobrecarga de trabajo en las oficinas (fundamentalmente) y de los SSCC.
Decimos adiós a 1.000 grandes profesionales y expertos como han demostrado a lo largo de décadas de dedicación y que se han ganado su merecido descanso, y los cambiamos por 1.350 contratos precarios y temporales de jóvenes sin formación financiera y sin conocimiento alguno del trabajo interno de la entidad, además sin compromiso alguno de quedarse en el puesto de trabajo, ¿qué puede salir mal? TODO!
Mismos objetivos, más carga de trabajo en formación y ayuda a los nuevos compañeros con dudas aun más severas que los salientes, menos compromiso y motivación en trabajadores que saben que tienen fecha de caducidad y mientras tanto la casa sin barrer y los móviles sin vender.
Desde luego que nos alegramos, y mucho, por los compañeros que por fin ven colmadas sus ganas de salir de CaixaBank tras muchos meses de espera. Pero mucho nos tememos que los galeotes que nos vamos a quedar y a seguir remando en esta galera de castigo en que se ha convertido CaixaBank vamos a seguir recibiendo “latigazos” desde las DT y las DAN para hacer que la galera siga avanzando. Aunque sea en círculos.
Más carga de trabajo y menos plantilla para conseguir los mismos objetivos comerciales = más presión, no nos cuenten historias.
Es una regla de tres que no falla.
Y no falla, porque aquí la única parte de CaixaBank que se tiene que adaptar a los cambios (siempre a peor, o sea a trabajar más) es la plantilla, cuando debería ser la Dirección la que viendo los problemas y las dificultades internas de la absorción hubiera adaptado los retos y los objetivos a esta nueva realidad.
Pero no…la Dirección no cambia ni se adapta. ¿Para qué?, son como el joven Indiana Jones en La Última Cruzada y piensan que “todos se han perdido”… menos ellos. Tener guías ciegos tarde o temprano terminará con todos nosotros estampados contra la pared, pero lo importante no es la caída, sino el aterrizaje, y hace tiempo que CaixaBank está en caída libre.
Salud.
P.D. ¿ Alguien se imagina lo que va a pasar con la gente mayor cuando se alejen los focos?
