Las patronales de las cajas rurales han negociado con los sindicatos este martes una subida salarial del 4,5% para sus trabajadores que aplicará desde enero de 2023. De esta manera, la Unión de Cooperativas de Crédito (UNACC) y la Asociación Empresarial de Entidades Cooperativas de Crédito (Asemecc), que representan a más de 40 entidades, siguen los pasos de la AEB que acordó la misma subida hace solo unos días para los empleados de Sabadell, BBVA o Santander entre otras.

Los sindicatos del sector financiero propusieron a las patronales una subida salarial que ayudara a mitigar el efecto de la inflación en su renta, lo hicieron antes del verano. Pero no fue hasta noviembre cuando la Asociación Española de Banca (AEB) dio el primer paso y acordó dicha subida. Este mes de diciembre han hecho lo propio UNACC y Asemecc, las que representan a las cajas rurales. Mientras que CECA, que representa a CaixaBank y Unicaja, todavía no se ha pronunciado.

En UNACC están representadas Cajalmendralejo, Caja rural de Asturias, de Gijón, de Navarra, de Salamanca o Globalcaja, entre otras. Entre las más de 40 entidades hay más de 12.000 trabajadores que se verán beneficiados por esta subida, que a priori (según el convenio) iba a ser del 1%, pero que ahora será del 4,5%. Mientras que Asemecc, que representa solo al grupo cooperativo Cajamar, llevará este incremento a más de 4.000 empleados.

CCOO fue el único sindicato que firmó el convenio colectivo de las cajas rurales en 2020. Pero ahora que se ha vuelto a reabrir dicho convenio y se ha negociado esta subida salarial, se ha sumado a la firma UGT, explican fuentes sindicales a ON ECONOMIA. Las entidades no tienen previsión de hacer mejoras a la subida del 4,5% como si están haciendo los grandes bancos, añaden. Sabadell, por ejemplo, que también subirá el salario a sus trabajadores a partir del 1 de enero, según lo pactado entre sindicatos y AEB, ha decidido hacer mejoras extras para que el incremento llegue a toda la plantilla.

Como los empleados que cobran complementos variables no se benefician de esta subida del 4,5% porque es absorbible, el banco catalán ha comunicado a sus empleados que también beneficiará a aquellos que los cobran. A esta parte les garantiza que su nómina subirá al menos 600 euros el año que viene. En febrero, además, que es cuando normalmente el banco actualiza las nóminas, también prevé hacer una revisión salarial de la compensación total (fija y variable) de los trabajadores que cobran complementos. Asimismo, fuentes financieras detallan que la entidad mejorará las aportaciones al plan de pensiones, la ayuda escolar y “la cesta de Navidad”, que es una aportación dineraria que hace Sabadell a sus empleados.

El banco que dirige César González-Bueno ha sido el segundo, tras BBVA, en hacer una mejora salarial sobre lo pactado por los sindicatos y AEB el pasado 29 de noviembre. El banco de Carlos Torres también informó a sus 20.000 empleados en España que el caso de los que cobran complementos y esta subida sea absorbible, aplicarán un incremento del 2,5%, lo que hará que su nómina suba al menos 1.000 euros el año que viene. Asimismo, BBVA elevará las aportaciones al plan de pensiones en casi 300 euros y ofrecerá beneficios para los préstamos a tipo fijo de los empleados.

Santander ha comunicado mejoras, pero no para los que se benefician del incremento del 4,5%, que son aquellos cuyo contrato se basa en el convenio colectivo de banca. Para los que quedan fuera y su salario es igual o inferior a 40.000 euros, el banco de Ana Botín ha decidido abonar una paga extra de 1.300 euros; Bankinter y algún otro banco de la AEB también estudian alguna mejora adicional, pero tienen hasta enero para decidirlo.

CaixaBank deja en el aire una subida salarial

CECA, que es la asociación bancaria que defiende los intereses de las ex cajas de ahorros, como CaixaBank o Unicaja, ha comunicado a los sindicatos que se reunirán en enero, aunque no han dejado claro si quieren subir salarios, como está haciendo el resto del sector financiero. Esta patronal, presidida por Isidre Fainé, representa a varias entidades, pero el 70% del peso lo tiene el banco catalán, que tras la fusión con Bankia se ha elevado como el banco más grande del país por activos y número de empleados.

CaixaBank, por tanto, es quien lleva el peso de la negociación en CECA y el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, ya ha manifestado en varias ocasiones que su plantilla y en general todo el sector de las antiguas cajas de ahorro se rigen por un convenio colectivo que vence a finales de 2023 y no sería hasta entonces cuando se abra una negociación. Sin embargo, los pasos de AEB, UNACC y Asemecc podrían llevar a la entidad a cambiar su postura.