Tercera reunión de la mesa de negociación en la que le tocaba a la patronal bancaria AEB presentar sus propuestas. Unas propuestas prioritariamente basadas en la vigencia del convenio, la subida salarial, la contratación y la movilidad geográfica.
Vigencia del convenio
La pretensión patronal es que la vigencia del convenio sea de 4 años, motivándola principalmente, desde nuestro punto de vista, en su necesidad de tener controlado el gasto de personal en un futuro, según ellos, lleno de incertidumbres.
Desde CGT podríamos asumir esa duración, siempre y cuando fuese aceptada nuestra propuesta de subida salarial anual del IPC+1 con suelo del 5%. Lo que garantizaría ante cualquier escenario inflacionista un incremento de nuestro poder adquisitivo.
Subida salarial
La propuesta patronal en materia salarial nos parece tremendamente decepcionante, ya que de ésta se desprende la poca empatía que los bancos tienen hacia sus plantillas, en un doble escenario de importantes pérdidas de poder adquisitivo para unos y de extraordinarios beneficios récords para otros. Una propuesta que obvia lo perdido en los últimos años y que nos sitúa más que previsiblemente ante otro escenario a cuatro años vista de nueva pérdida de poder adquisitivo. Una propuesta consistente en una subida salarial acumulada del 7%.
Desde CGT obviamente no vamos a aceptar ninguna propuesta que no garantice el incremento de nuestro poder adquisitivo y menos aún, que no lleve asociada una cláusula de garantía salarial indexada al incremento de los precios.
Contratación
Desde la AEB nos plantean a la parte social acordar, por aquello de ser requisito legal, ampliar el plazo máximo actual de seis meses, de quienes son contratados de manera temporal por circunstancias de la producción, hasta los doce. Así como ampliar los periodos de prueba hasta los seis meses. Propuestas ambas que claramente precarizan las condiciones laborales de las personas afectadas y que por tanto, desde CGT no vamos aceptar.
Movilidad geográfica
Otra de las propuestas patronales es ampliar el radio, para cubrir necesidades de servicio, motivadas éstas claramente por su decisión unilateral de cierre masivo de oficinas, desde los 25 Km. actuales hasta los 50 Km.
Para CGT esta propuesta nuevamente significa precarizar las condiciones de las personas potencialmente afectadas. No podemos aceptar que para que los bancos ganen más con su política de cierre de oficinas, las plantillas por el contrario tengamos que asumir el deterioro de nuestras condiciones laborales. Deterioro no solo económico, por el coste de los desplazamientos, sino también deterioro grave en materia de conciliación, por el tiempo invertido en ellos. Tiempo inversamente proporcional al detraído a nuestras familias.
A estas pretensiones patronales, se añadieron su negativa a topar los tipos de interés de los préstamos hipotecarios, al considerar que no es una materia de negociación colectiva que tenga que llevarse a nivel sectorial, su pretensión histórica de eliminar el devengo de nuevos trienios de antigüedad, así como negativa a tocar ni una coma del redactado del convenio, que les habilita a compensar y absorber cualquier subida del índole que ésta sea.
Conclusión
En conclusión, unas propuestas que chocan frontalmente con nuestros planteamientos, tanto cualitativos, como cuantitativos. Creemos sinceramente que la patronal bancaria no está entendiendo el momento en el que nos encontramos. Desde CGT no entendemos como se nos plantean propuestas que precarizan seriamente las condiciones laborales y recortan drásticamente derechos, así como propuestas económicas que van a empobrecer más a las plantillas en un escenario claro de congelación salarial efectiva, fruto de la aplicación indiscriminada de la cláusula de compensación y absorción. Cláusula que necesariamente debe ser reformulada para que expresamente conste su NO aplicación.
Desde CGT creemos que este puede ser el momento oportuno para que las plantillas del sector muestren su malestar ante esta grave falta de empatía patronal, sustanciada en propuestas que claramente no les recompensan mínimamente la dedicación, el esfuerzo y el sacrificio llevado a cabo en los últimos años, donde incluso se ha puesto en riesgo su salud para dar servicio presencial a la clientela en momentos de crisis sanitaria motivada por la pandemia del COVID-19.
Es por ello, por lo que valoraremos seriamente con el conjunto de la plantilla la pertinencia de acudir a realizar movilizaciones laborales para defender nuestros derechos.