Tras conseguir la firma de parte de la RLT, la dirección de Indra STI quiere legitimar la vulneración del Estatuto de los Trabajadores así como la Ley Orgánica de Libertad Sindical culminando su “plan estratégico”.
Desde la CGT junto con otras fuerzas sindicales, consideramos este ERE + ERTE (con paso a ERE) + Bajada salarial, totalmente injustificable, tanto por las cuentas que nos presentó, como por las que no lo hizo.
Todo esto en mitad de una pandemia, produciéndose nuevas contrataciones y con unos niveles de subcontratación descomunales. Así nuestro siguiente paso, fue impugnarlo mediante demanda judicial que interpusimos el 18 de diciembre y cuyo juicio tendrá lugar el próximo 25 de febrero en la Audiencia Nacional.
Pues bien, no contentos con la nueva destrucción y precarización de más de 800 puestos de trabajo la dirección de Indra ha dado una vuelta de tuerca más en la represión a las secciones sindicales no firmantes.
Tras nuestra negativa a firmar el primer ERE del sr. Abril Martorell, comenzó su acoso y derribo destituyendo a los representantes sindicales, trasladándolos de un centro a otro, y finalizó este pasado mes de enero culminando su estrategia, vulnerando flagrantemente el Estatuto de los Trabajadores y la LOLS, que establecen las competencias de los representantes de los trabajadores, para proteger y defender los derechos de los/as trabajadores/as, despidiendo a más de 60 miembros de la RLT (1/3 de la representación sindical de toda la empresa).
Hay que destacar el hecho de que consentir que una empresa pueda desprenderse de la RLT así de un plumazo, deja totalmente indefensos a los trabajadores ante cualquier abuso, eliminando el derecho de estos, a poder defender sus intereses.
Las condiciones laborales que defendemos, no son una opción, son un derecho de la plantilla y una obligación de la empresa y si las incumple, tendrá que asumir nuestras demandas.
A la CGT siempre nos tendrá en frente y no sentándonos a su lado para precarizar los empleos de la empresa. No estamos dispuestos a legitimar la liquidación de estos derechos fundamentales, ni podemos admitir esta vulneración de los derechos laborales y no consentiremos que estos queden en manos de cualquier empresario sin escrúpulos y de los que estén dispuestos a consentírselo.
No estaría mal recordar a toda la clase trabajadora que un paso atrás se da en un minuto, en este caso con una simple firma o mirando hacia otro lado, pero recuperar ese retroceso, puede tardar muchos años.
